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El ministro de Educación, Enrique Riera, utilizó estas expresiones para subrayar que no va a tener recelos para involucrarse con autoridades corruptas porque “necesita de la ayuda de todos” para concretar las obras de infraestructura escolar.
“No puedo trabajar solo con los buenos. Hay muchos buenos que solo tiran naranjas desde la gradería y nunca se bajaron a jugar. Ya les aviso que voy a reunirme con Belcebú, Lucifer si es necesario para la Educación. Tengo que lograr los objetivos igualmente con intendentes, diputados y gobernadores imputados. Que me reúna o salga en una foto con ellos no significa que los siga y mucho menos que voy a robar con ellos. Tengo US$ 700 millones para invertir y necesito la ayuda de todos. Soy capaz de reunirme hasta con Al Capone y los Tattaglia (familia de la mafia ficticia del libro El Padrino) si me va a construir una buena escuela”, dijo.
Riera agregó que valora lo que hizo la exministra Marta Lafuente, pero que no fue suficiente, debido a que no se ejecutaron las obras pese a contar con el dinero desde hace dos años. En cuanto a otras necesidades del sector de Educación, como el problema de las universidades de garaje, la malla curricular y otros, apuntó que su prioridad es poner en marcha las licitaciones de infraestructura, y que luego atenderá lo demás.
Nombramientos
En cuanto a los nombramientos de los nuevos directores, la mayoría de ellos dirigentes de movimientos de la ANR, dijo que los conoce, son operativos y amigos. Sobre el nombramiento de Jorge Ruiz Díaz, cuestionado por los estudiantes secundarios por crear la criticada resolución de creación de centros de estudiantes y porque se lo involucró en casos de coimas para habilitar colegios, dijo que primaron sus 32 años de experiencia en el MEC.
“Creemos que hay que hacer una mezcla inteligente entre gente de afuera que es confiable 100% para mí y gente de adentro que conoce el ministerio y gente que pueda ser promocionada, como el caso de la viceministra. Sé que Ruiz Díaz fue criticado, pero me encantaría que hubiera pruebas. Los cuestionamientos solo son válidos si hay delitos comprobados” dijo.
Agregó que los cambios que hizo fueron libres, sin partidización. “Los que traje son gente que conozco y con la que trabajo hace años. Germán Fleitas, por ejemplo (director de Infraestructura), es mi compañero de fútbol, que conoce profundamente su área”, refirió.