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Galeano aclaró que todos los casos, felizmente, se trataban de adultos y ninguno de ellos precisaba internación. Los casos de mayor riesgo afectan a niños o personas alérgicas. ‘‘Nos llamó la atención porque el sábado último tuvimos una avalancha de personas en el servicio de Urgencias por mordeduras de alacranes. Estos insectos son nocturnos, pero por el intenso calor, ahora están saliendo de día para buscar su alimentación’’, explicó el profesional.
Para ilustrar el dolor que causa esta picadura precisó: ‘‘Se dice que entre los dolores más fuertes están las mordeduras por espina de raya, el parto, el cólico renal y la picadura de un alacrán’’.
La inoculación del veneno de un alacrán afecta el sistema nervioso del hombre. Los síntomas van desde dolores fuertes hasta convulsiones y pueden tener derivaciones fatales. Esto es si se dan complicaciones como un edema pulmonar o un colapso cardiovascular.
NO HAY ANTIDOTO EN PARAGUAY
Las cuatro personas que consultaron el fin de semana fueron tratados con analgésicos.
Galeano apuntó al respecto que en Paraguay no se tiene el suero antiescorpiónico para el tratamiento como existe en otros países. Se trata de un antídoto muy costoso que se produce en el Instituto Butantán de San Pablo, Brasil.
El doctor Galeano recordó que el único caso fatal de picadura de alacrán registrado en nuestro país se dio en 1980 cuando una persona adulta había fallecido en Sajonia. Su deceso se produjo por complicaciones dado que el accidente derivó en un edema pulmonar.
Apuntó que el primer tratamiento efectivo contra el dolor es la lidocaína (anestesia local) para calmar el intenso dolor y evitar que el paciente sufra un colapso nervioso.
No obstante, hay que guardar precaución porque es difícil determinar si se trata de un escorpión venenoso o uno inocuo.
DE QUINCE ESPECIES, UNA ES LA MAS VENENOSA DE NUESTRO PAIS
De las 12 a 15 especies de escorpiones que existen en Paraguay solamente una es la más venenosa: Tityus trivittatus. Según el Ing. John Kochalka, del Inventario Biológico Nacional, es la más famosa por su veneno y puede matar sin discriminación a un menor de nueve años o a un anciano.
Kochalka asegura que la mayoría de los alacranes conviven en nuestro entorno. A simple vista las que tienen las pinzas pequeñas y la cola más gruesa es la más venenosa.
Su aparición por esta época del año se relaciona con el calor y la humedad. Los meses en que predominan son noviembre, diciembre, enero y febrero. Durante el invierno permanecen bien escondidos.
Son más bien de hábitos nocturnos y salen durante el día. Pueden trepar las paredes y caer sobre la cama. Esto es porque sus partes no agarran mucho y fácilmente se desprenden. Por esta razón conviene utilizar mosquiteros en las zonas de riesgo. Tampoco hay que dejar las ropas colgadas en las paredes o en estantes y hay que verificar bien los calzados antes de usarlos.