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La acción pública consistió en realizar un luto de indignación por la inacción y negligencia del Estado frente a las muertes de niñas y adolescentes. Se portaron carteles y figuras de niñas embarazadas cubiertas con un velo negro.
Ante los ministerios solicitaron educación integral de la sexualidad, y reclamaron al MEC “¿cuántas niñas y adolescentes más tienen que morir?” para que se aborde en escuelas y colegios la educación contra todo tipo de abusos sexuales y contra la discriminación.