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Luz Carolina Peralta está con 8 meses de embarazo y ayer, en medio de la lluvia, tuvo que caminar desde Sacramento hasta el Hospital Central. El retorno también lo hizo a pie. “Vine para mi control y tuve que caminar, porque si voy a esperar el colectivito (minibús), no sé a qué hora voy a llegar. La gente se empuja por subir y se llena en un rato. Una vez, hace un mes, logré abordarlo, pero me golpearon mucho y tengo miedo por mi panza”, indicó.
Agregó que solo hay dos vehículos y que no dan abasto. “No sé por qué no dejan ingresar a los colectivos como antes. Ahora, pese a mi estado, tengo que caminar o tomar un taxi. Ya hice ida y vuelta a pie (800 metros), pero me pidieron un documento que está en Junta Médica (una oficina que está en las inmediaciones del Hospital Central) y tengo que ir otra vez y ya estoy cansada”, comentó a ABC.
Josefina Fernández (75) se cubría de la lluvia con su paraguas mientras esperaba una de las dos combis del IPS. La acompañaba una hija. “Venimos a que me renueven mi medicación. Soy diabética y tengo presión alta. Por mi edad suelen darme prioridad para abordar el colectivo del IPS, pero el otro día me descompensé a la venida por el calor que hacía y me llevaron a urgencias. Antes venía en la línea 23, que entraba. Ahora es una tortura, sobre todo para las viejas como yo, que ni siquiera puedo caminar”, manifestó la asegurada.
El 29 de marzo de 2011 el IPS prohibió el ingreso de unidades del transporte público al predio del Hospital Central. La medida iba ser por un par de meses, mientras el Ministerio de Obras Públicas reparaba las vías de acceso internas al centro asistencial. Sin embargo, la medida restrictiva se extiende hasta ahora. Los asegurados piden que vuelvan a ingresar los colectivos para así no depender exclusivamente de las combis de la previsional.