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Igualmente, cuadrillas de limpieza se pusieron rápidamente a asear áreas sucias del edificio. Todo después de las publicaciones y en el día en que se inició auditoría del Ministerio de Salud.
Como por arte de magia, en la mañana de ayer empezaron a aparecer las camas que tanta falta hacían al Hospital de Clínicas. Lo raro es que el martes pasado, en una conferencia de prensa, el propio director del hospital, Hugo Arellano, acompañado del vicedecano Luis Bogado Yinde y el miembro del consejo directivo Emiliano Ibarrola habían justificado la falta de camas argumentando que no tenían presupuesto para adquirirlas. Sin embargo, ayer el mismo Arellano dijo que la entrega de las 209 camas eléctricas con funciones múltiples se ajustaban a un cronograma de recepción de equipos adquiridos por licitación pública, financiados con recursos de la Itaipú binacional.
Pero ayer no solo las camas aparecieron en Clínicas, también llegaron varios insumos básicos para la unidad de Urgencias del Hospital y repentinamente comenzaron a limpiarse los diferentes espacios que anteriormente estaban como abandonados y sin mantenimiento.
El decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Aníbal Peris Manchini, quien se encuentra en Taipéi, en compañía del rector de la Universidad Nacional de Asunción, Pedro González, escribió en su cuenta de Facebook que la institución a su cargo ha cuadruplicado la cantidad de pacientes en atención ambulatoria, internaciones y cirugías y que ha solicitado una auditoría de su gestión a la Contraloría General de la República. “Es cierto que tenemos dificultades, pero estamos atendiendo a pacientes de escasos recursos económicos, nunca hemos dejado de atender”, señaló.
Negó que el Hospital se esté cayendo a pedazos, aunque reconoció que necesitan más recursos ya que arrastran deudas del año pasado debido a que no se les liberaron rubros y que con el presupuesto actual están saldando compromisos del año anterior con proveedores. “Pido disculpas a las actuales autoridades nacionales, en especial al ministro de Hacienda por el malentendido y que en honor a la verdad nos han liberado desde agosto los fondos”, concluye. La facultad tiene un presupuesto de US$ 80 millones, más donaciones para el manejo de la parte académica y el hospital escuela.
Tanto el personal de blanco como el de servicio se mostraron sorprendidos ayer por los repentinos cambios realizados dentro de la institución, sobre todo el arribo de las camas y los insumos.
Estos cambios sorpresivos se dieron justo el día en que la Superintendencia de Salud inició su auditoría a la institución.
Persecuciones y amenazas
Las denuncias sobre los manejos desprolijos en Clínicas no paran, solo que los médicos, enfermeras y empleados administrativos temen dar la cara ante las persecuciones que se dan contra quienes denuncian las anomalías. Existen antecedentes puntuales de sumarios contra médicos que reclamaron insumos, traslados injustificados de enfermeras por estar sindicalizadas, etc.
El caso concreto es el de Zulma Rojas, enfermera jefa de la Primera Cátedra de Clínica Médica y presidenta del Sindicato de Enfermeras y Personal de la Salud del Hospital de Clínicas, quien afronta tres sumarios por razones casi injustificadas, invocadas en su reglamento interno de la institución, que impide incluso “pasearse por los pasillos de la institución sin motivo justificado”.
Las autoridades de la facultad no reconocen la legalidad de su presidencia al frente del sindicato, pese a que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) reconoció los comicios en los que Rojas resultó electa. El promotor de los sumarios en contra de la enfermera es el abogado Matías Fernández Bogado, director de Leyes y Reglamentos, quien es el que determina al juez instructor de los sumarios.
Precisamente Fernández Bogado fue abogado de la lista disidente a la candidatura de Rojas, que postuló a Esfrén Roa Núñez, hombre leal a la rosca que maneja la facultad.
Las autoridades invocan la tan mentada “autonomía universitaria” y en nombre de ella ni siquiera se rigen por la ley de la Función Pública. El consejo directivo decide arbitrariamente a quien sumariar y a quien no, ya que hasta el informe del juez sumariante no es vinculante. Rojas responsabiliza a las jefas de enfermería Juana Cáceres y Martha Ávalos, funcionales a la rosca, de pisotear sus derechos. “Nos persiguen porque no aceptamos sus propuestas que afectan las buenas prácticas, nos fabrican sumarios, descuentan salarios y nos trasladan arbitrariamente”, denunció.
La Superintendencia de Salud comenzó tareas de auditoría
SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). Un equipo integrado por seis auditores de la Superintendencia de Salud, dependiente del Ministerio de Salud Pública, inició ayer una auditoría en el Hospital de Clínicas tras denuncias de presuntas desprolijidades en el centro asistencial. Tras entrevistarse con el director de Clínicas, Dr. Hugo Arellano, el Dr. Damián Cáceres, interventor médico, se dirigió hasta la Urgencia Adultos para iniciar su labor.
“Iniciamos esta auditoría por la Urgencia de Adultos, donde ya comenzamos a observar todo lo que refiere al manejo de los pacientes. No puedo adelantar nada todavía. Vinimos por la denuncia publicada por un medio de comunicación”, resaltó al añadir que no tienen plazo fijado para presentar un informe.
No obstante, dijo que si se encuentran irregularidades puede derivar en una intervención del hospital y sus autoridades separadas de sus cargos. El equipo, además del Dr. Cáceres, lo integran una licenciada en enfermería cuyo nombre no recordó; el contador Óscar Galeano; la abogada Patricia Ferreira; y la Lic. Iris Verón, del Registro Nacional de Prestadores de Servicios de Salud.
Pacientes pagan por insumos
En el hospital de Clínicas hasta antes de ayer no había siquiera placas para radiografías ni sueros para los enfermos. Ayer aparecieron mágicamente. Los familiares de pacientes debían comprar de su bolsillo sus propios insumos para poder ser atendidos.
Privilegio para los amigos
Los considerados amigos de la rosca que maneja la Facultad de Medicina son beneficiados con multirrubros, con salarios que superan los G. 20 millones, como es el caso de Ariel Fretes, Emiliano Ibarrola, Jaime Ibarrola, José Nicolás Lezcano, Julio César Torales y otros.
Fuertes influencias políticas
La cúpula de la Facultad de Medicina integrada por el decano (Aníbal Peris) y los miembros del consejo directivo, según los funcionarios, se jactan permanentemente del poder político que poseen, amparados en un influyente senador del Partido Colorado.
jtorres@abc.com.py