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Unos 250 ómnibus deben dejar de operar por resolución de la Setama.
Desde ayer, viajar en colectivo cuesta 20% más. El feriado aplacó en parte el impacto de la suba, ya que la mayoría de los usuarios del transporte público no se movilizaron.
La suba se dio debido a que el Congreso no aprobó los rubros presupuestarios para la continuidad del pago del subsidio estatal a las empresas de transporte. Por ello, la Secretaría de Transporte del Área Metropolitana estableció el precio del pasaje a G. 2.400. La ayuda estatal estaba fijada en G. 397 por pasajero. El monto que cobraban las líneas regulares en concepto de subsidio era de G. 4.930.740 por ómnibus al mes.
El Gobierno seguirá analizando medidas para minimizar el impacto negativo e impulsar mejoras en el sistema, según el Viceministerio del Transporte. Esta institución y la Setama se comprometieron a realizar un estricto control de la calidad del servicio de transporte para compensar el aumento del pasaje.
Sin embargo, este anuncio sería solo una promesa porque con la eliminación del subsidio ambas entidades quedan sin un instrumento de coerción para que las líneas cumplan las leyes laborales, la ley del Instituto de Previsión Social y la Ley 1590/00, que crea la Setama. Solo las líneas que cumplían estas leyes podían tener acceso al subsidio. Esto fue reconocido por el viceministerio y la secretaría.
Con la eliminación de la ayuda, la Setama debe realizar sumarios administrativos a las líneas denunciadas, por ejemplo, por no pagar el IPS. El proceso para que una empresa sea multada por la secretaría y por la previsional puede durar meses.
Por otro lado, el presidente de la Setama, Agustín Encina Pérez, informó que este mes serán sacados de circulación 128 minibuses o buses “sardina”. Además, unos 118 ómnibus chatarra serán requisados porque ya cumplieron su vida útil de 20 años.
La Setama tiene registrados buses pequeños que trabajan desde hace años, pero no fueron habilitados porque sus dueños no presentaron los documentos legales (cédula verde del RUA). La decisión de sacarlos de circulación podría generar un déficit en la oferta de buses a partir de febrero, cuando terminen las vacaciones escolares.
El consejo de la Setama autorizó, en setiembre de 2012, la compra de minibuses, solo para legalizar un hecho consumado. Los técnicos no recomendaron la compra de los buses, por estas razones: aumenta el costo de los viajes, ya que transporta menos cantidad de pasajeros que los grandes, pero los gastos de ambos son casi iguales (gasoíl, mano de obra) y los pasajeros viajan apretujados, según se puede observar todos los días en las horas pico. Primó el criterio de que solo se permitirían minibuses hasta en el 10% de la flota que legalmente está habilitada.