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La Secretaría del Ambiente (Seam) emitió la Resolución 78/18 en la que se fijaron los valores límites de emisión de los contaminantes del aire para el parque automotor y exige a los municipios que se controlen las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos y en los vehículos diésel será inspeccionada la emisión de partículas mediante el índice de opacidad. Estos son altamente dañinos para la salud.
Esta normativa, que ya está vigente desde hace días, no podrá ser cumplida. En Paraguay existen 254 municipalidades, pero solamente la Comuna de Asunción cuenta con los equipos para realizar monitoreos en las calles, afirmó Ulises Lovera, director de Normalización del Aire de Seam.
Los municipios ahora se ven obligados a tercerizar el servicio o comprar el opacímetro, aparato que mide el nivel de humo emitido por vehículos diésel. Se vende aproximadamente a G. 30 millones. También deben contar con los analizadores de gases que sirven para medir el humo que sacan los automóviles movidos a gas y nafta. Esta se comercializa en el mercado local a G. 40 millones. Es decir, ambos equipos cuestan G. 70 millones, detalló Lovera. Aunque agregó que los de “made in china” son más baratos.
Actualmente los rodados movidos a nafta y gasoil pueden circular libremente por casi todo el país, aun cuando su escape libere groseramente humo negro y vayan contaminando todo a su paso, comprometiendo la salud de la población. Los municipios deberán multar a los infractores. Y estas varían de acuerdo al vehículo. Para un auto liviano la sanción es de 5 jornales mínimos (G. 392.525), para camiones y camionetas serán 10 jornales (G. 785.050) y para sector transporte público 20 jornales (G. 1.570.100).
Lovera explicó que en Paraguay se utiliza buena calidad de combustible desde que el Gobierno determinó que el gasoil Tipo I tendrá solo 10 partes por millón como tenor máximo de azufre, y el diésel Tipo III a solo 50, lo que le convierte en “diésel premium”.