Paraguay, único país del Mercosur que no participa de la prueba PISA

Paraguay es el único país del Mercosur que no participa de la prueba internacional de competencias denominada PISA. El estudio permite identificar el éxito del sistema educativo y comparar los resultados a nivel mundial. El país tampoco podrá participar en la próxima edición, marcada para el 2015, pero las inscripciones están abiertas para el 2018. Para hacerlo, el MEC debe aportar alrededor de un millón y medio de dólares.

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El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo evaluar en qué medida los jóvenes están preparados para desempeñarse exitosamente en la sociedad, fue creado en la década de los 90 por los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés).

Las pruebas, que son aplicadas cada tres años, examinan el rendimiento de alumnos de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias, además de un área temática especial.

En 2012 participaron 65 países, incluyendo ocho de Latinoamérica. Paraguay es el único país del Mercosur que no ha formado parte de la examinación, ya que Argentina, Brasil y Uruguay fueron evaluados en 2012. Uno de los motivos es la falta de recursos.

Sobre la prueba

Lo que diferencia al PISA de otros exámenes es que está diseñado para saber si los estudiantes pueden usar lo que aprendieron en las escuelas y aplicar ese conocimiento en situaciones de la vida real.

A la par de la prueba de competencias, los alumnos y directores de colegios responden a cuestionarios que permiten a PISA recabar información sobre los principales elementos del sistema educativo.

Los resultados luego pueden compararse a nivel internacional y así identificar los modelos educativos más exitosos del mundo.

“Mediante la identificación de las características de los sistemas de alto rendimiento educativo, PISA permite a los gobiernos y los educadores identificar políticas eficaces que luego se pueden adaptar a sus contextos locales”, explicó Angel Gurría, secretario general de la OECD, en la presentación del informe de resultados de PISA 2012.

Inversión

Como el país debe abonar una inscripción y además cargar con los gastos de preparación y de implementación de la prueba, para participar se requieren aproximadamente un millón y medio de dólares americanos a lo largo de tres años.

El monto anual de 500.000 dólares representa alrededor del cinco por ciento del presupuesto actual del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), o casi el 0,07 por ciento del presupuesto total del Tesoro. Pese a que el costo es relativamente bajo, no logra introducirse como parte del presupuesto.

“Lo solicitamos (al Congreso) ya por varios años. El costo de las examinaciones, incluyendo al PISA, es lo primero que se corta”, explicó Dalila Zarza, directora general de Planificación del MEC.

Paraguay tiene hasta el 2015 para asegurar los recursos y formalizar la intención de participar en PISA 2018, ya que se necesitan tres años de preparación.

“Está la intención, pero tenemos primero que garantizar los recursos”, agregó Zarza.

Latinoamérica

La última prueba impartida en 2012 se enfocó en las competencias relacionadas a las matemáticas. Los ocho países latinoamerianos que participaron obtuvieron las peores calificaciones (ver infografía), ubicándose entre el 25 por ciento de los países con más bajo rendimiento en el mundo.

Los resultados desnudan varias deficiencias del sistema educativo en la región.

¿Por qué es importante?

Las evaluaciones del PISA permiten analizar el rendimiento de los estudiantes en áreas consideradas claves para el desenvolvimiento de las personas en la sociedad, como son las matemáticas, la lectura y las ciencias.

De esta forma, los países pueden contar con un diagnóstico y tomar mejores decisiones sobre las políticas públicas que necesitan implementar para mejorar los modelos educativos.

“Para las políticas y el diseño de las intervenciones tiene un valor fundamental, ya que la toma de decisiones sin evidencias es bastante cuestionada”, indicó Dalila Zarza, directora de Planificación del MEC.

Además los resultados pueden ser utilizados por la ciudadanía y la sociedad civil para presionar a los gobiernos a realizar cambios profundos en el ámbito educativo.

“Esa realidad que se desnuda (con las pruebas) puede también ser utilizada como argumento para desencadenar acciones políticas”, explicó Robert Cano, director ejecutivo de la organización “Juntos por la Educación”.

mayra.rivarola@abc.com.py

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