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La medida que dispuso ayer el Pontífice se anunció a través del cardenal Santos Abril y Castelló durante una reunión de prensa en la Nunciatura Apostólica de Asunción, que además contó con la presencia del nuncio, Mons. Eliseo Antonio Ariotti, y del presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), Mons. Claudio Giménez.
Al presentar al enviado papal, Ariotti destacó escucharlo como a un padre de familia. Agregó que en la Iglesia, el camino es lento, delicado y proficuo. Explicó que el otro enviado papal, Mons. Milton Tróccoli, no asistió a la conferencia de prensa porque ya tenía el vuelo programado.
Una vez en el micrófono, Santos Abril anunció que el papa Francisco ordenó la suspensión de las ordenaciones sacerdotales y diaconales de los aproximadamente doscientos seminaristas que se forman en los dos seminarios (San José y San Juan) creados por Mons. Livieres Plano, hasta que el Santo Padre pueda evaluar mejor algunas situaciones concretas.
El purpurado dijo que vino al Paraguay porque fue el Pontífice quien decidió que convenía hacer esta visita, “que no es una visita pastoral simplemente. Yo podía hacer una visita a pedido del nuncio, de los obispos, pero esta es una visita apostólica mandada por el Santo Padre para darles elementos de juicio sobre la situación concreta y ver si es conveniente introducir algunas modificaciones”.
El purpurado indicó que con Mons. Tróccoli consultaron e intercambiaron opiniones, porque la finalidad fue recoger todas las informaciones objetivas para ofrecer a Francisco, quien como pastor supremo de la Iglesia tomará las medidas convenientes y concretas. Durante su estadía, habló además con los obispos porque se trató de una cuestión de Iglesia, así como con las religiosas, religiosos y laicos.
Santos Abril pidió a los periodistas no perder el tiempo en preguntar cuál fue la conclusión de la visita, porque por respeto al Papa no respondería debido a que él debe ser informado primero. Y lo cumplió cuando quisimos saber más de su misión.
Finalmente, pidió a todos los comunicadores difundir su llamado a la serenidad y a la colaboración, porque el Papa “quiere mucho al Paraguay”. Agregó que las medidas que eventualmente él pueda tomar serán las más convenientes porque es el supremo pastor “y como hijos de la Iglesia debemos aceptar y seguir adelante como Iglesia”.
Sobre su desvanecimiento, indicó que fue un bajón de presión, que superó inmediatamente.
Al término de la conferencia, el presidente de la CEP, Claudio Giménez, indicó que el colegiado estará atento a las comunicaciones del Papa. Sobre la intervención que se dispuso a los seminarios creados por Livieres, indicó que la Santa Sede tendrá sus razones. Invitó a los fieles a orar por el Pontífice.
Por su parte, el arzobispo coadjutor, Mons. Edmundo Valenzuela, valoró el gesto del Papa al enviar a su amigo para acompañar la realidad de una Iglesia particular necesitada de misericordia. El dirigente laico Julio Bareiro agradeció la atención del papa Francisco “porque con su intervención todo se solucionará”.
El enviado papal retornó ayer a la tarde a Roma.