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El hombre resaltó que alrededor de las 6:30, cuando bajaron del transporte público, la mujer ya no pudo caminar y se desvaneció. Comentó que fue a pedir una silla de ruedas para poder ingresarla al hospital, pero que los funcionarios se negaron, alegando que no puede salir el equipo de traslado fuera del hospital.
Cuando los periodistas llegaron al sitio, alrededor de las 8:45, y apenas llamamos al director, Dr. Hugo César Arellano, este ordenó la inmediata ayuda al hombre y a su esposa. Inmediatamente se acercaron al lugar guardias de seguridad y un funcionario, con la silla de ruedas reclamada.
Momentos antes los custodios apostados en la entrada del centro asistencial observaban con total indiferencia a la mujer y al esposo, que se encontraban a 30 metros de ellos. Incluso, algunos médicos y enfermeras que pasaban por el lugar no se inmutaron al ver a la mujer en el suelo, lo que demuestra una total falta de sensibilidad de quienes decidieron dedicar su vida a la salud.
Pero el calvario de Eusebia no terminó allí: la silla de ruedas que le trajeron no tenía apoyapiés. El nosocomio contaría con escasas sillas de ruedas. Por ejemplo, el servicio de traumas tiene una sola.
A su vez, el director del Hospital de Clínicas, Dr. Arellano, señaló que es una lucha constante hacer entender a los funcionarios que trabajan que deben ser más serviciales con quienes buscan ayuda allí.
Lamentó lo sucedido y pidió a la gente que realice su denuncia a la dirección para poner freno a este tipo de actitudes. Pidió que se individualice al o los funcionario involucrados, para tomar medidas.
“Hay gente que siempre quiere poner el palo en la rueda. Que quiere que Clínicas esté bajo, por cuestiones personales”, afirmó.