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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). Mientras se dilata la adquisición, otro niño ya falleció. Se trata de Nelson Lisandro Galeano, de dos años de edad, quien dejó de existir el viernes.
Fabricio Daniel Caballero Ayala (2), se halla en estado de emergencia. El ministro de Salud, Dr. Antonio Arbo, dijo que el Gobierno está comprometido a impulsar las gestiones necesarias para instalar una medicina de alta complejidad en el país. Incluso afirmó que solo faltaba que los médicos debatiesen con sus pares argentinos de vasta experiencia ya para saber cuál era el soporte artificial más conveniente para efectivizar la adquisición.
Sin embargo, el llamado a licitación para el “soporte ventricular externo crónico” no tuvo oferentes. Entonces la Dirección Operativa de Contrataciones declaró desierto el ítem “soporte ventricular externo crónico”, y se volvería a realizar un nuevo llamado por la misma vía en las próximas semanas, de acuerdo a lo manifestado por Lissa Samudio, funcionaria ministerial.
Mientras se dilata la compra, el viernes pasado ya falleció en el Hospital General Pediátrico, el pequeño Nelson Lisandro, quien no aguantó más la espera de un donante de corazón compatible. El niño, hijo de Fabiola Galeano (25), procedía de Santaní, departamento de San Pedro. El niño padecía de miocarditis dilatada, la misma enfermedad que afectó a Liz Ávalos y Josías Britos, trasplantados en el Hospital Acosta Ñu, Liz Karina Herrera Martínez (7 años) y Anita Almirón. Esta última aguardó dos años en lista de espera del IPS hasta que hace unas semanas su corazoncito dejó de latir, mientras que Liz esperó por casi dos meses, en el Hospital Acosta Ñu, y falleció el 23 de febrero pasado, en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu.
Prolonga la vida
Cuando falleció Liz, muy consternada la jefa de Cardiología del Acosta Ñu, Dra. Nancy Garay, comentó que la muerte de la niña se pudo evitar si en Paraguay se contaba con un dispositivo denominado “Berlin Heart” o corazón artificial. El aparato cuesta cerca de un millón de dólares. Con dicho soporte, una persona, sea criatura o adulta, puede resistir en principio hasta seis meses. No obstante, en la Argentina una pequeña de seis años aguarda, munida del aparato, un donante compatible desde hace dos años, según dijo en conferencia de prensa en esta ciudad el doctor Horacio Vogelfang, jefe de Trasplantes Cardíacos del Hospital Garraham. Resaltó también que mediante los corazones artificiales, de un total de 27 niños, 15 soportan más tiempo la espera hasta la intervención quirúrgica.
Fabricio espera
El niño Fabricio Daniel Caballero Ayala (2) aguarda también por un corazón, ya que solo respira con asistencia mecánica en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) y su corazoncito late gracias a las drogas que recibe. El hijo de Mirian Noemí, ama de casa, y Fredy Arsenio, camionero, necesita un donante de grupo sanguíneo A (+), de hasta 20 kilos de peso.