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Los trabajos de instalación de red secundaria para el sistema de alcantarillado sanitario y un semáforo causan un verdadero lío en el momento de circular sobre la avenida Aviadores del Chaco a pocas cuadras del “superviaducto”.
En el lugar, desde hace un mes, funcionarios de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap) realizan el entubamiento para el sistema de alcantarillado.
Cuando los vehículos cruzan el superviaducto con dirección a Asunción, se encuentran con un cuello de botella. Este inconveniente se sufre todos los días.
Los trabajos de la estatal aguatera, obligan a los conductores a circular con dificultad, incluso utilizando la banquina y la vereda, lo que pone en riesgo a transeúntes. Por si fuera poco, camiones que proveen productos para la merienda escolar en la escuela y colegio Vicente Ignacio Iturbe, “se toman” su tiempo para maniobrar sobre la calzada habilitada en doble sentido, Aviadores del Chaco casi Santísima Trinidad, y así poder ingresar a la casa de estudios, obstaculizando todo el tránsito y ocasionando una larga fila de vehículos varados.
En la zona del conflicto, no se encontraba ningún agente de la Policía Municipal de Tránsito de Asunción para organizar el paso y sancionar a aquellos que transitan sobre la banquina.
Comercios afectados
Aldo Holsbach, que se dedica a la venta de piedras para construcciones, manifestó que lleva casi 20 años en el rubro y que desde hace casi 15 días tuvo que cerrar el negocio, ya que sus clientes y sus mismos camiones no pueden ingresar hasta el local. “El 25 de mayo tuve mi última venta. Ni yo puedo ingresar a mi local. El prejuicio es grande y ni siquiera mis medicamentos puedo comprar. Nadie da explicaciones. Nunca están los ingenieros de la obra y menos algún representante de la Municipalidad de Asunción”, indicó.
La casa de ventas de arpas y guitarras “Sanabria” también es perjudicada por las obras realizadas en la zona. “Hace un mes soportamos esto. Los clientes ya no vienen y perdemos ventas. Del ciento por ciento ya casi nada vendemos. Nadie da la cara”, expresó la propietaria Milba González.
gladys.villalba@abc.com.py