Un informe propalado extraoficialmente en la capital del trabajo de que supuestamente el gusano de la planta de ficus había picado en el brazo a una criatura en el barrio Costa Alegre de esta ciudad y que debido a la ponzoña corría el riesgo de que ese brazo sea amputado, desató en la población una especie de "ficusfobia".

Esta versión corrió como reguero de pólvora en la comunidad ovetense y debido al miedo y a falta de información la gente procedió a cortar masivamente sus plantas.

El hecho también movilizó a las instituciones como la Municipalidad y Senepa, en busca del menor que tuvo la picadura del gusano, pero jamás se le pudo encontrar al chico para confirmar la versión que generó una especie de sicosis en la ciudad.

Lo cierto es que el referido árbol produce unos gusanos muy grandes, parecidos al marandova, que luego se convierten en mariposas, según dijeron varios agrónomos consultados al respecto.

Ejemplares de los gusanos fueron enviados a un laboratorio de Senepa de la capital del país, donde entomólogos de esa institución realizaron un estudio preliminar del insecto y encontraron que el gusano es inofensivo y que no constituye peligro para el ser humano.

La jefa regional de Senepa, Deisy Centurión, brindó estos datos y manifestó que la institución -para mayor seguridad- está mandando a analizar el insecto en laboratorios de Asunción y que en unos días más se tendría el resultado final sobre la peligrosidad o no del gusano de ficus.