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Es un desastre ambiental en el ecosistema, conforme lo calificó el máster Celso Velázquez, experto en estos recursos hídricos.
“No tengo palabras para describir esto. Simplemente es un desastre ambiental en el ecosistema del lago. Se debe trabajar bastante para recuperarlo, pero por de pronto uno mira y se siente impotente de lo que era un sitio recreativo”, sostuvo el hidrogeólogo Celso Velázquez.
El experto tomó muestras de las aguas para enviarlas a los científicos de la Universidad de Santiago de Compostela, España, quienes hacen un seguimiento de la situación del lago.
El intendente de Areguá, Osvaldo Leiva (ANR), se paró en la playa y miró con tristeza el feo espectáculo. “Es una pena ver así al lago. Esta mañana (por ayer) me levanté y percibí un olor desagradable. Luego me di cuenta de que toda la ciudad estaba con ese olor que provenía del lago”, sostuvo.
El intendente acompañó a Velázquez y al equipo técnico del Centro Multidisciplinario de Investigación Tecnológica, de la Universidad Nacional de Asunción (Cemit-UNA), a un recorrido por el lago.
Cero de oxígeno
La directora del Cemit-UNA, Dra. Inocencia Peralta, dijo que “el lago está muerto”, con oxígeno cero (0,16 mg/l).
Este problema es causado por la alta proliferación de algas cianobacterias, que cubren de verde el lago.
El olor que se percibe es consecuencia de un fenómeno conocido como aminas secundarias, que son compuestos químicos orgánicos que se consideran como derivados del amoníaco.
Cuatro técnicos del Cemit levantaron muestras del lago para analizarlas.
Tecnosoles, efectivos
Paralelamente se analizaron las aguas del recipiente donde están los tecnosoles españoles, donde las condiciones siguen siendo mejores, con un pH reducido a 6,75, y con casi nula presencia de las algas, que quedaron eliminadas.
Esta prueba se hace frente a la playa de Areguá.