"Colecciono búhos, que es un ave que simboliza la sabiduría", afirma José Samudio, a la vez de lamentar que siendo la mitad de la población paraguaya joven, la mayoría de estos jóvenes tenga que estar sin trabajo.

Agrega que para él nadie envejece por haber vivido un número determinado de años. La juventud es un estado del espíritu y no un tiempo en la vida. Solo se envejece cuando se abandonan los ideales y la esperanza de vivir.

"Una persona es tan joven como su fe y su esperanza; eso sí, los años arrugan la piel y el cuerpo envejece, pero cuando uno abandona las ganas de vivir y pierde el entusiasmo de disfrutar cada instante de su existencia, también se arruga el alma", resalta.

Agrega que "Salón de lectura" es un club de libro de jóvenes que funciona desde 2003 en la casa de la escritora Maybell Lebrón de Netto, principalmente para leer obras de autores paraguayos poco conocidos. Y que la idea nació a imitación del Club del Libro Nº 1, fundado en 1964 por Dirma Pardo de Carugati, Beatriz Rodríguez Alcalá y Ana Iris Chávez de Ferreiro.

Agrega que actualmente es un taller literario donde se reúnen dos veces al mes. Los integrantes fijos son 8, todos jóvenes de entre 19 a 23 años. Pero hubo periodos en que llegaron a tener más de 20 integrantes.

"Leemos literatura nacional principalmente. Obras de Raquel Saguier, como ‘La niña que perdí en el circo’, una novela enigmática que tiene mucho valor literario y poético. También leemos obras de Josefina Plá, Emilio Pérez Chávez, Gladys Carmagnola, Elsa Wiesel, Lucy Mendonca de Spinzi, Maybell Lebrón, poesías de José María Gómez Sanjurjo, de Elvio Romero y de Carlos Villagra Marsall".

José Samudio coordina actualmente el club, pero asesora Maybell Lebrón.

Cada sesión de lectura dura entre 3 a 4 horas, de acuerdo a la obra leída.
Los encuentros en torno a la literatura y capacitación que realizan son dos veces al mes. Afirma que el resultado es enriquecedor, porque no solamente escriben y leen sus obras, sino que hacen un estudio metódico de obras de autores paraguayos.
El emprendimiento busca la cultura interdisciplinaria, porque pretende hacer un encuentro entre los participantes del club de lectores y los integrantes de los distintos talleres literarios de Asunción.
Según Samudio, 28 clubes de libro funcionan en el Paraguay, según referencia de la escritora Dilma Pardo, y sería bueno que en cada barrio haya un club, porque el emprendimiento que llevan adelante puede ser imitado por jóvenes del interior del país.

"La lectura me dio un gran crecimiento literario, amplió mi vocabulario, me ayudó a escribir mejor, me incentiva la creatividad, además de conocer a escritores paraguayos", resaltó, a la vez de agregar que muchos jóvenes integrantes del club ya ganaron premios literarios, como Patricia Camp, Melissa Ballach, Sebastián Ocampos, etc.

"Es placentero intercambiar libros de cuentos cortos, ensayos, novelas y poesías con otras personas que valoran la lectura. Yo me propuse comprar un libro al mes y lo estoy haciendo", indica, a la vez de manifestar que como la adhesión es libre y gratuita, pueden asistir más jóvenes interesados a la vez al club.

Significó que además de los autores nacionales ya leyeron en grupo a los autores internacionales, por ejemplo a Jorge Luis Borges, a Pía Barros, cuentos de Juan José Arreola, los poemas de Pablo Neruda y las poesías de Walt Witman.

Son hermosas las poesías de Josefina Plá porque describen la idiosincrasia de la mujer paraguaya, como en "Oficio de mujer", "Mi beso es muchedumbre" o "Serpiente río". Este último dice: "Quien te mira serpiente, moviendo tus escamas bajo el sol o el creciente, siempre pasando nunca yéndote. Pasa sobre ellos, bajo ellos, indiferente la carnada ilusoria de una imagen que nunca devorarán los peces. El cielo ciego en ti sumerge todas sus estrellas navegando todas las banderas del recuerdo. El recuerdo es el viático del que muere, pero tú permaneces".

Según José Samudio, en este escrito doña Josefina narra la naturaleza en sí, su esencia y tiene en cuenta un mensaje filosófico de Eráclito de Efeso en un epígrafe que pone en este poema: "No bajarás dos veces al mismo río", haciendo alusión que la persona no es la misma siempre, sino que evoluciona permanentemente.

Concluye la entrevista manifestando que Roa Bastos en su cuento "Pirulí" narra cómo es la familia paraguaya en el interior del país. Retrata magistralmente a los niños, las mujeres trabajadoras de tierra adentro, así como la naturaleza y la fauna del Paraguay. La obra "Penal El Paraíso", de Roa Bastos, piensa que es un antecedente de su obra cumbre "Yo el supremo", que ganó el premio Cervantes, porque ya le nombraba a Policarpo Patiño, que es su secretario.


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