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El proyecto denominado gastronómico para instalar a 13 vendedores informales de comida rápida (lomiteros) y yuyeros es muy cuestionado por los arquitectos urbanistas.
Califican de “adefesio, criminal”, porque se hizo sin ningún estudio arquitectónico en un espacio público que debe ser preservado para el goce de los ciudadanos.
Las casillas deben ser efímeras y no de material duradero como cemento y ladrillos, opinan los técnicos urbanistas.
La impulsora de la nota para la demolición de las estructuras de cemento y ladrillos de Quinta es la arquitecta Gloria Benegas, quien hasta ahora ya consiguió que más de 3.000 ciudadanos firmen la petición que será enviada después al intendente Mario Ferreiro.
Hace poco, el arquitecto José Segalés, director de Desarrollo Urbano de la Comuna, dijo a ABC que “no pueden derribar las casas porque se generará un gran problema judicial. Pero bien que violaron varias normas y reglamentos de la Comuna para ejecutar el proyecto en un espacio público.
La obra comenzó en setiembre del año pasado mediante una licitación adjudicada por G. 2.400 millones a la empresa Magomec SRL, representada por Diego Noguera.