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Con 11 votos a favor y cinco en contra se aprobaron los planos para el proyecto llevado a cabo por la Senavitat en el ex RC4. El único colorado que se opuso fue el concejal José Alvarenga (ANR), quien con gritos argumentó que la construcción va contra las normas ambientales y criticó la tala de árboles en el lugar. “No hay solución social en esto”, sentenció.
Elvio Segovia (PDP) comentó que está en desacuerdo con la “flor de improvisación”, ya que varios son los aspectos que falta resolver, como la incapacidad de la Essap para proveer de agua a 1.000 familias más, que serán las beneficiarias, según dijo.
El edil Federico Franco (Concertación Juntos Podemos) declaró que se están cometiendo delitos ambientales y citó la Ley 294/93 de “Evaluación del Impacto ambiental”, por la cual no se pueden iniciar proyectos sin el debido permiso de las instituciones correspondientes. Afirmó que no sólo la Secretaría del Ambiente (Seam) debe aprobarlo, sino también la Municipalidad. Agregó que las construcciones se iniciaron antes del permiso correspondiente de la Comuna, en contra de la Ordenanza General de Construcciones y la Ley Orgánica Municipal.
La concejala Josefina Kostianovsky defendió el proyecto y afirmó que los beneficiarios ahora están en hogares aún más pequeños. El concejal Daniel Centurión (ANR) calificó de tendenciosos los comentarios de Alvarenga y enfatizó en que los ediles burgueses no conocen la verdadera situación de los pobladores de la Chacarita. “Les quiero ver trasladando muebles en época de inundaciones”, expresó y defendió al Gobierno de Horacio Cartes.
Posteriormente, se presentó y aprobó una minuta verbal por la cual la Comuna deberá plantar un árbol por cada familia que habite el barrio.