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Miles de asegurados cada día bajan de ómnibus del transporte público en la Avda. Sacramento y para llegar hasta el Hospital Central deben caminar 400 metros más, dentro del predio de la previsional. Los pacientes y sus parientes recorren el trecho, soportando el intenso calor o esperar varios minutos para conseguir un lugar en uno de los dos minibuses del Instituto y hacer el breve viaje en condiciones indignas.
“En esos colectivitos van generalmente las personas mayores y los que tiene problemas de movilidad. Podés terminar el viaje con alguna enfermedad nueva, porque van todos encimados. Es una cosa que no podemos entender por qué las hacen. Antes era más cómodo, porque los colectivos ingresaban hasta casi la entrada”, comentó Mirian de González, que acompaña a su madre, quien sigue un tratamiento cardiaco.
Consultamos a las autoridades del IPS la posibilidad del volver a autorizar el ingreso de las unidades del transporte público al predio del hospital para comodidad de los asegurados y la respuesta fue negativa. “Por una cuestión de salubridad no pueden ingresar los colectivos. Es el mismo motivo por el que en 2011 se decidió no dejar ingresar buses. Si permitimos, los vendedores de comidas se filtrarán nuevamente y se instalan en todos lados. Las normas de salubridad no permiten la comercialización de alimentos cerca de hospitales”, comentó el gerente administrativo de la previsional, Edsel González.
Armando Rodríguez, gerente de Logística, anunció que existe la intención de alquilar más buses para cumplir con la demanda. “Queremos tener 6 vehículos a la mañana, cuando más demanda existe”, dijo.