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SAN JUAN BAUTISTA, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). Los restos mortales del segundo obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Carlos Milciadaes Villalba, fueron inhumados en la Catedral de San Juan Bautista. Previamente al entierro fue concelebrada la misa de cuerpo presente, presidida por monseñor Mario Melanio Medina.
Participaron de la eucaristía, que comenzó a las 9:00, varios obispos del Paraguay, el presbiterio de Misiones y Ñeembucú, seminaristas, familiares y fieles.
En su homilía, monseñor Medina resaltó las cualidades de Villalba como sacerdote y como obispo. Lo calificó de hombre sabio y virtuoso; formador de seminaristas y de sacerdotes.
“Con su muerte nos convoca a pensar en Dios, en la Iglesia, en la tierra y en la vida nueva”, apuntó monseñor Medina. Añadió que pese a la postura humilde supo superar las grandes dificultades en la diócesis.
Mensaje del Papa
Durante la ceremonia se dio a conocer un mensaje del papa Francisco, quien expresó a los familiares de Mons. Villalba, al clero y a los fieles diocesanos su sentido pésame, a la vez que ofreció sufragios “por el eterno descanso del difunto prelado que fue pastor de esa Iglesia particular paraguaya”. El Santo Padre impartió la bendición apostólica como signo de fe y esperanza en el Señor resucitado.
La Municipalidad de San Juan Bautista, Misiones, declaró a monseñor Villalba como “Ciudadano Ilustre Póstumo”. Familiares, amigos y benefactores resaltaron la solidaridad del obispo.
Tras la bendición del féretro, se procedió al entierro de los restos mortales en el interior de la Catedral. Los fieles despidieron a monseñor Villalba con emoción.