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El fuego no para y continúa arrasando bosques y todo lo que encuentra en su camino, sin que los bomberos o ninguna otra institución hayan accionado. Avanza hacia zonas de Areguá y Luque.
El fuego se inició el domingo pasado y ya arrasó más de mil hectáreas de las 16.000 que componen el parque nacional. Ayer a causa del viento el incendio ya se extendía hacia Areguá y Luque.
Hasta la tarde de ayer ningún cuerpo de bomberos trabajaba en la zona. Existe total inacción de las autoridades locales y del ambiente.
La quemazón podría contribuir aún más a la grave contaminación del lago.
Existen versiones de que el fuego fue iniciado por cazadores furtivos que utilizan este método para hacer salir a los animales silvestres de su hábitat y así poder cazarlos.
Según el bombero Paublino Carvallo, del Cuerpo de Bomberos de San Bernardino, un guardaparques del lugar les informó lo que estaba ocurriendo el domingo. Explicó que fueron a verificar la situación, pero como se trata de una zona de esterales no pudieron acceder al foco del incendio.
Añadió que en ese momento el fuego aún era pequeño y que acordaron con el cuidador que les llamarían si el incendio aumentaba. Dijo que no volvieron a recibir ninguna alerta.
Este parque cuenta con dos cuidadores: Toribio Gómez y Francisco Pintos, ambos pagados por la Secretaría del Ambiente (Seam). Sin embargo, la directora de Recursos Hídricos del ente, Sofía Vera, dijo que no estaba enterada del incendio.
Calificó de muy grave el hecho, por la situación misma en que se encuentra el lago Ypacaraí a causa de la contaminación, la que empeoraría si el fuego sigue en los humedales.
Dijo que se comunicaría con las autoridades locales y nacionales para ver qué acciones tomar en forma inmediata.
Es de público conocimiento que los incendios forestales no solo afectan gran parte de la vida silvestre (fauna y flora) sino también contaminan el agua, suelo y el aire, además de alterar la salud de los pobladores de las zonas afectadas.
Para Aldo Méndez, del Grupo Ecológico Taguato, de la zona siniestrada del parque nacional Ypacaraí, es preocupante la inacción de las autoridades locales y de la propia Secretaría del Ambiente, teniendo en cuenta las graves consecuencias del incendio.
Llama la atención que en tres días de fuego, visible a larga distancia, no haya ninguna institución que se preocupe en sofocar el incendio.
Este parque está al cuidado de la Seam, que tiene guardaparques designados para el sitio, pagados por la población para proteger estos recursos.