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El párroco de la Encarnación, Ángel Arévalo, informó que la lumínica del templo está en su fase final y, para sumarse a los festejos patrios del 14 y 15 de mayo, se realizará un ad experimentum (prueba), ultimando los detalles para la inauguración, por lo cual se habilitará la entrada frontal sobre la calle Eduardo Víctor Haedo. Además, se abrirá el Museo Papa Francisco, ubicado en el mismo predio.
“Estamos en la fase de pruebas de la lumínica de este patrimonio, un verdadero icono del país. El Ministerio de Obras Públicas se encarga de esta tarea tan necesaria de puesta en valor de este edificio que trasciende lo religioso”, destacó.
Arévalo está hace 10 años al frente de la parroquia de la Encarnación, con una misión encomendada por el entonces arzobispo Pastor Cuquejo, la de restaurar el templo. “Desde que asumí esta posición, esa fue mi tarea, y con los años puedo decir que, gracias al trabajo tesonero, logramos recuperar este templo, en que el Estado debería invertir más, no para la Iglesia, sino para la conservación de esta majestuosa obra arquitectónica”, explicó.
La iglesia siempre abierta
El padre Arévalo desmiente los comentarios que señalan que el templo siempre está cerrado; al contrario, está más abierto que nunca. “Mantenemos cerrado el edificio por Haedo, por seguridad, ya que estamos en una zona muy peligrosa, pero por Humaitá siempre está abierto, no solo para los feligreses, sino para todos los visitantes o turistas que quieran conocer el templo”, dijo. Además, invitó a las personas interesadas en lanzamientos de libros, conciertos o espectáculos, que se acerquen con sus propuestas para usufructuar el templo.
“Por Humaitá, de 7:00 a 20:00, las puertas de la iglesia están abiertas. Aquí funciona también el Museo del Papa Francisco, que reúne todos los objetos que formaron parte de su visita, hasta el retablo de Koki Ruiz está aquí en perfecto estado”, destacó.
Actualmente, gracias a la gestión del padre Arévalo y el apoyo de la feligresía, se pagan los servicios de ANDE y Essap, que son muy onerosos. “Al templo se le trata como si fuera una vivienda más, que si no abona, ya viene inmediatamente la desconexión de servicios. El Estado debería exonerar estos servicios que ayudan al mantenimiento del templo”, apuntó Arévalos.
La iglesia de la Encarnación es andariega. Desde su denominación y ubicación en la barranca de la bahía en 1539, pasó por otros lugares, hasta llegar al sexto asentamiento, en 1889, hasta la actualidad, y quedó implantado sobre la llamada Loma Volo Cue.