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Asimismo, recordó a Martín Luther King: “Una nación se sentencia a sí misma cuando sus gobernantes legalizan lo malo y prohíben lo bueno... y cuando su Iglesia cobardemente se vuelve cómplice con su silencio”, citó en medio de los aplausos de los feligreses.
Seguidamente, agregó: “Tú eliges, eliges un Paraguay postrado por la corrupción, que ha echado a perder las ilusiones y los sueños de muchos compatriotas, o eliges un Paraguay que brille por su justicia, donde la ley es igual para todos, sus representantes son de mentes y corazón honorables; donde los administradores de asuntos públicos son personas honradas, capaces y trabajadoras; donde se ve la búsqueda incesante del bien común para que cada paraguayo tenga una vida digna, una educación buena e integral, tierra, techo y trabajo dignos y salud integral para todos”, concluyó.
Con motivo del Trienio de la Juventud, dijo que los jóvenes representan un enorme potencial para el presente y el futuro de la Iglesia y de nuestro pueblo, como discípulos y misioneros del Señor Jesús. Son generosos, sensibles a las causas nobles y no temen el sacrificio ni la entrega de su propia vida. Sin embargo, los jóvenes les temen a los paraísos engañosos de la droga, el placer y a todas formas de violencia.