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Hoy se recuerda el Día de la Juventud en Paraguay, uno de los países con la población más joven de la región. Este sector de la población se enfrenta a numerosos desafíos.
El 22 por ciento de jóvenes entre 15 y 29 años se dedica solo al estudio; el 44 por ciento solo trabaja; el 21,5 por ciento estudia y trabaja y el 11,5 por ciento no hace ninguna de las dos cosas, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del 2013, llevado a cabo por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC). Los “ni-ni” (ni estudian ni trabajan) son unos 215.000 jóvenes.
Aproximadamente 66 de cada 100 jóvenes participan en el mercado laboral, ya sea trabajando (ocupado) o buscando un empleo (desocupado). Por otro lado, de los que están empleados, el 25 por ciento se encuentra en una situación de subempleo, mientras que el 9,2 por ciento de los jóvenes buscan trabajo activamente sin encontrarlo. De los que trabajan, casi la mitad (45,9 por ciento u 857.900 jóvenes) percibe menos del salario mínimo, siendo la remuneración promedio unos 1.650.000 guaraníes.
Un dato preocupante, que ubica a los jóvenes en una situación alta de vulnerabilidad, es que solo el 15,8 por ciento de los trabajadores está asegurado al Instituto de Previsión Social (IPS), mientras que el 75,4 por ciento no cuenta con ningún tipo de seguro médico.
Acceso a la educación
En cuanto a la educación, poco más de la mitad de los jóvenes no asiste a la escuela, colegio o universidad. El 55 por ciento no está escolarizado, frente a un 44,4 por ciento que está matriculado en alguna institución educativa.
Cerca del 15,9 por ciento tiene seis o menos años de estudio, y los más afectados son los del sector rural. Un 21,4 por ciento de los jóvenes tiene de 13 a 18 años de escolarización, lo que supone que accedieron a la educación secundaria y terciaria.
Las mujeres, por lo general, tienen más años de estudios, ya que ellas representan el 24,2 por ciento de las personas con más de 13 años de escuela, frente al 18,6 por ciento de los varones, sin embargo, las mismas enfrentan tasas más altas de desempleo.
La mayoría de los jóvenes (el 62 por ciento) tiene 7 a 12 años de formación, lo que significa que solo culminaron la escolar básica o la secundaria. El 15 por ciento tiene de 1 a 6 años de escuela, frente al 0,6% que se considera analfabeta.