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En una nota dirigida al titular de Contrataciones Públicas, Santiago Jure Domaniczky, el fiscal refiere que le envía los antecedentes del caso, atendiendo que dicha dependencia tiene abierta una investigación respecto a las presuntas anomalías.
Espinoza explicó que la asesoría jurídica del MEC le informó que Contrataciones abrió una investigación de oficio, en relación con la licitación por Concurso de Ofertas para “Contrataciones de Servicio de Ceremonial y Gastronómico, realizado en el marco del Programa de Evaluaciones Estandarizadas, a cargo de la Unidad Coordinadora de Proyectos, convocado por el Ministerio de Educación”.
El fiscal adjunto también mencionó la denuncia que presentó ante el Ministerio Público la Coordinadora de Abogados del Paraguay, presidida por Kattya González.
En este caso es casi imposible la apertura de una causa penal por lesión de confianza, atendiendo que el MEC no desembolsó dinero alguno, sino suspendió el contrato con la empresa que tenía que proveer cocido, bocaditos y otros cuando estalló el escándalo. En consecuencia, no hubo perjuicio para el citado ministerio.
El caso es más conocido como el de “cocido de oro”, atendiendo que el MEC iba a pagar por este producto G. 40.000 el litro y G. 10.000 por cada botellita de 500 ml de agua.