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Yegros mencionó que uno de los chicos imputados se negó a identificarse, mostrar sus documentos a agentes de la Policía Nacional apostados frente de la institución, y otro reaccionó agrediendo a los efectivos policiales, por lo que están procesados por resistencia. Otro adolescente fue procesado por coacción, porque uno de ellos le había introducido y encerrado supuestamente al sereno del colegio, Ramón Ramos, dentro de su pieza, según la denuncia que hizo. Respecto a los destrozos y al delito de perturbación de la paz pública que habría cometido miembros de la comisión de padres, exalumnos y otros en la noche del jueves para liberar al colegio de la toma, el representante del Ministerio Público dijo que no tiene ninguna denuncia ni investigación abierta. Los adultos se mostraron muy hostiles contra los alumnos, lanzaron botellas, cubiertas así como otros objetos contundentes y derribaron portones y por poco un cercado perimetral, sin que los agentes policiales hicieran nada para evitarlo. Mencionó que para la configuración del delito de perturbación de la paz pública deben llenarse varios requisitos, sin embargo preguntado sobre cuáles son no supo precisar. “No tengo a mano en este momento el código”, se excusó el fiscal.