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Entre 1954 y 1958 se perfeccionó en Munich, Alemania, con Rosel Smicht, y en 1980 asistió a los cursos de perfeccionamiento dictados por la Academia Chigiana de Siena, Italia. También realizó periódicos viajes a la Argentina para perfeccionar su técnica junto a Roberto Caamaño.
Como concertista, Salcedo ofreció varios conciertos en Asunción, tanto como solista de orquestas sinfónicas y de cámara como en recitales individuales.
A través de las redes sociales, Sánchez Haase recordó a la pianista como su maestra y fan número uno.
“Balbina supo hacerme entender muchos conceptos que marcaron mi formación musical. Gracias a su gran cultura musical, con ella logré empezar a comprender el complejo lenguaje de la música de J. S. Bach, y comencé a amar esta música con gran pasión. Lo mismo ocurrió con la música de Beethoven, la de Chopin, la de Liszt, la de Brahms y la de todos los compositores que, exhaustivamente, estudiábamos”, expresó Sánchez Haase.
Sus restos son velados en Futuro (San Martín y Sucre) y el sepelio se realizará hoy a las 16:00, en el Cementerio de la Recoleta, en el área del portón N° 4.