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“En estas fechas apelamos a la conciencia. Los muñecos de la casa son nuestros hijos, nuestros mayores tesoros, y ahí debemos poner énfasis en cuidarlos. No dar pirotecnia, sabiendo que donde hay pólvora, siempre hay peligro”, dijo ayer el doctor Bruno Balmelli, director del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) en el lanzamiento de la Campaña de Prevención de Quemaduras por Artefactos Pirotécnicos.
Agregó que la población más vulnerable sigue siendo la de los pequeños. “Vemos que las quemaduras por pirotecnias, en un 65%, son en niños. El año pasado, un bebé de dos años se quemó con un fosforito, que muchos creen que es inofensivo”, recordó.
Explicó que esta campaña, que se activa por cuarto año consecutivo, busca que padres y tutores impidan que los niños manipulen pólvora, ya que esta puede producir quemaduras y mutilaciones de miembros.
Por su parte, el director del Hospital de Trauma, Dr. Aníbal Filártiga, manifestó que se debe apelar al cambio de conducta tanto en la cuestión de pirotecnia como en la ingesta de alcohol, que producen accidentes de tránsito. Recordó que en las fiestas de fin de año se registran muchos casos de coma alcohólico. Si la persona alcoholizada duerme y no responde a los estímulos dolorosos (pellizcos, golpes y movimientos), significa que se encuentra en el último grado de intoxicación, en estado de coma. Al observar este cuadro, hay que llevar inmediatamente al afectado al Servicio de Toxicología del Centro del Trauma, ya que se trata de una urgencia y la persona puede fallecer por parálisis respiratoria, dijo.
No a los atracones
El doctor José Ortellado, director del Instituto Nacional de Prevención Cardiovascular, pidió a la ciudadanía que coma con moderación, para evitar problemas gastrointestinales, como distensión abdominal, falta de aire, dolores de cabeza y mareos, síntomas que por lo general se manifiestan luego de 4 a 6 horas de darse la panzada. Indicó, además, que excederse con la ingesta de alimentos en estas fiestas puede afectar de forma más severa a pacientes cardiacos, y causarles insuficiencia cardiaca, crisis hipertensiva y edema agudo pulmonar.