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La visita apostólica fue anunciada en una conferencia de prensa, ya el pasado 2 de julio en el local de la Conferencia Episcopal. La misión se dispuso luego de varias actuaciones que indicarían un descontrol en esta jurisdicción eclesiástica, sufragánea de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción.
Los enviados del Vaticano arribarán hoy al país para luego trasladarse al Este, donde desde mañana y hasta el jueves revisarán la labor pastoral en esta jurisdicción eclesiástica. Los enviados enviarán luego un relatorio al papa Francisco, quien luego dispondrá las medidas sobre este caso.
El obispo Livieres Plano convocó a una vigilia de oración que comenzará mañana a las 18:00, en la explanada de la Catedral de Ciudad del Este. Según los organizadores, la convocatoria es para dar la bienvenida a los enviados del Vaticano y también para demostrar cómo trabajan en esta jurisdicción.
Por su parte, los laicos organizados harán el miércoles próximo una marcha que terminará frente a la Catedral, donde agradecerán al Vaticano su preocupación por “normalizar la marcha de la diócesis para que sea nuevamente católica”.
Si bien el Vaticano señala que es una misión de rutina, los enviados vendrán a verificar las labores pastorales y sobre todo la actuación de Livieres Plano, quien defiende al sacerdote Carlos Urrutigoity, denunciado por abusos a menores en otros países. El arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, había recomendado reabrir el caso ante el surgimiento de nuevas denuncias contra el sacerdote, lo que motivó la airada reacción de Livieres Plano, quien acusó en un acto público al metropolitano de Asunción de ser “homosexual”.
Cuando se le preguntó al obispo altoparanaense si pediría perdón a Cuquejo, respondió que no y que si este le tiraba “una piedra”, él respondería tirándole otra y que aún tenía “cien piedras” para tirar.
Manejo económico, también en la mira
Más allá de este incidente, Livieres Plano es acusado también de supuesto mal manejo de unos fondos de Itaipú que había solicitado para asistencia social. En ese sentido, la Contraloría General de la República habría rechazado su rendición.
Livieres Plano también se enfrentó a grupos organizados de laicos que cuestionan el manejo administrativo. Incluso mantiene litigio judicial con algunos.
En su momento, el nuncio Mons. Eliseo Antonio Ariotti fue categórico en afirmar que el procedimiento dispuesto por el Vaticano no se trata de una intervención, “porque primero se debe visitar la jurisdicción para saber qué hay en esa casa”.
El comunicado papal que dispone la visita apostólica señala que el Papa “en su solicitud hacia el gobierno pastoral de la Iglesia Universal, ha dispuesto una visita apostólica a la Diócesis y al obispo de Ciudad del Este, como también a los dos seminarios de la misma circunscripción eclesiástica a fin de ofrecerles una asistencia para el bien de aquella iglesia particular”.
Los responsables de este trabajo
Para esta visita, los designados son el cardenal Santos Abril y Castelló, archipreste de la Basílica de Santa María Mayor de Roma y presidente de la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión, y Mons. Milton Luis Tróccoli Cebedio, obispo auxiliar de Montevideo y al mismo tiempo rector del Seminario Interdiocesano “Cristo Rey” de la misma arquidiócesis. La visita irá hasta el 26 de julio con la asistencia de la Nunciatura Apostólica de Paraguay.
Mons. Livieres Plano, en un comunicado que difundió a través de la página web de la diócesis, señaló que “el obispo de Ciudad del Este pidió al nuncio apostólico de nuestro país, Mons. Eliseo Ariotti, hace un año atrás, que tuviéramos en la Diócesis y en el Seminario Mayor San José, la visita de autoridades vaticanas, tal cual como lo hicieron con el Seminario Metropolitano de Asunción en su debido tiempo, para que pudieran ayudarnos a llevar de la mejor manera posible el gobierno de nuestra diócesis, perfeccionando así el trabajo que ya venimos haciendo, debido a que hemos experimentado un crecimiento asombroso en los últimos años, a Dios gracias”.
Mons. Tróccoli viene para revisar la marcha de los seminarios San José y San Juan, creados por Livieres Plano y que tienen numerosas vocaciones sacerdotales.
Al citado obispo se les cuestiona que su régimen académico es más flexible que el de otros seminarios (consagran cada año un promedio de 15 sacerdotes). Los laicos dicen que con cuatro años de estudio, en Ciudad del Este ya se puede ser sacerdote (en otros seminarios se necesitan al menos seis años).