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“Luchamos por la vida. Los enfermos renales crónicos solo tenemos dos opciones para seguir viviendo: dializarnos o trasplantarnos. Sin embargo, el Estado no nos facilita ninguna de las dos alternativas. Hay cientos de enfermos renales en todo el país, que mueren por falta de tratamiento o porque no reciben la frecuencia necesaria de diálisis para seguir viviendo”, se lamenta el presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay, Juan Óscar Deppis, de 54 años, padre de tres hijos. Vive en el Km 18 1/2, Ruta I, Capiatá.
“Yo me dializo tres veces por semana en el Hospital Nacional, donde somos 125 pacientes. Están en lista de espera unos 80 enfermos renales crónicos. Hay 26 máquinas funcionando, 21 en la sala y 2 en terapia. A todas las máquinas les hace falta mantenimiento porque trabajan 22 horas al día. También nos faltan insumos y medicamentos”, resaltó. Lamentó que el director del nosocomio, Dr. Gustavo Vidal Ortiz, haya informado al ministro de Salud, Dr. Antonio Barrios, que la institución que dirige abastece todo y funciona a la perfección.
Juan Deppis, quien se dializa desde hace seis años en el Hospital Nacional, afirmó que inclusive es amenazado de ser trasladado a otro lugar por denunciar las carencias del hospital. Y dijo que ya fueron trasladados funcionarios del hospital que les apoyan para denunciar las carencias.
Deppis es presidente de la Asociación de Dializados del Paraguay desde el 2012. Asimismo, preside la Asociación de Dializados y Enfermos Renales del Hospital Nacional desde el 2010.
“El Hospital Nacional se está convirtiendo en un cementerio y un basurero. Un lugar de persecución de los funcionarios que denuncian la falta de insumos y medicamentos. Desde la creación de la asociación ya fallecieron cientos de pacientes y durante los últimos dos años son casi nulos los casos de trasplantes”, manifestó.
Añadió que son más de 1.200 los que necesitan diálisis en todo el país y apenas el 70 por ciento accede a ella, porque lo que hace falta es la instalación de más máquinas, recursos humanos y económicos.
El dirigente lamentó que padeciendo una enfermedad de por sí discapacitante y dolorosa, los enfermos renales tengan que batallar diariamente para poder conseguir los insumos básicos para su tratamiento. O tengan que recorrer los pasillos de los hospitales buscando una máquina de diálisis para seguir viviendo y no tengan respuesta favorable del Estado.
¿Qué pasó con los recursos del Fonacide? Estos provienen de los royalties de Itaipú. El 10 por ciento de unos 360.000.000 dólares corresponden a Salud. Según el ministro de Salud, el dinero solo se debe utilizar para construcción.
Añadió que por si todo fuera poco, se suma al calvario diario de los enfermos renales, que no se pueda implementar, desde hace tres años, la Ley 4392/11 del Fondo Nacional de Recursos Solidarios para Salud (Fonares), que contempla un presupuesto para el trasplante.
Deppis explicó que deciden realizar constantes medidas de fuerza, o manifestaciones públicas, debido a la falta de medicamentos e insumos que deben enfrentar para poder cumplir con sus tratamientos.
Además ya se reunió con el ministro de Salud, con los integrantes de la comisión de Derechos Humanos del Congreso y con el director del Hospital Nacional de Itauguá, muy preocupado por la situación que le toca vivir a muchos de sus compañeros enfermos, de escasos recursos económicos y que se trasladan desde el interior del país en busca de tratamiento, y vuelven a sus casas sin respuesta.
Estado
El Ministerio de Salud da respuesta a unos 600 pacientes que precisan el tratamiento en todo el país en el Hospital Nacional de Itauguá y el Centro de Emergencias Médicas. También en los centros de diálisis en Encarnación, Concepción, Pedro Juan Caballero y Coronel Oviedo. Y habilitó nuevos centros de diálisis.
Salud Pública solventa los insumos a pacientes que se dializan en el Hospital de Clínicas y en el Policial “Rigoberto Caballero”. Asimismo, unos 120 pacientes reciben su diálisis en servicios tercerizados.
Los renales crónicos que están en lista de espera de una máquina de diálisis son más de 500 en todo el país, según jefes de Nefrología de los hospitales públicos.
¿Qué pasa con los enfermos que no pueden pagar los costosos tratamientos de unos G. 7 millones mensuales que son la mayoría? Solo les resta ver deteriorarse su salud.
Prevención
Actualmente, según las estadísticas, hay más de 1.200 enfermos renales crónicos que están en diálisis cuya única salida para mejorar su calidad de vida es el trasplante de riñón. Datos extraoficiales dan cuenta de que son más de 3.500 en todo el país.
El nefrólogo Dr. Silvio Franco explicó que hay varios estadios de la enfermedad renal.
“Para los especialistas nefrólogos la preocupación principal que tenemos actualmente es la falta de lugares para tratamiento hemodialístico a numerosos pacientes. Por eso es fundamental la prevención de la enfermedad del riñón”, explicó el Dr. Franco.
Resaltó que la búsqueda principal de todos los especialistas debe ser evitar la aparición de las enfermedades del riñón y en los pacientes considerados de alto riesgo, como los diabéticos y los hipertensos, que no lleguen a la insuficiencia renal crónica y con ello a las extenuantes sesiones de diálisis.
Resaltó que si cada persona hace caso a las llamadas de atención detectando tempranamente la afección, la calidad de vida del paciente podrá ser mucho mejor.
Mantener en buen funcionamiento los riñones se consigue a través de una conducta preventiva y de control por medio de la adopción de estilos de vida saludable.
Esto se puede lograr bebiendo de 2 a 3 litros de agua por día, con alimentación equilibrada y saludable, que incluya frutas, verduras y carnes, realizando caminatas diarias de por lo menos 30 minutos, disminuyendo el consumo de sal, y con un control médico regular.
Diálisis
Según Franco, los riñones sanos se ocupan de limpiar la sangre y eliminar el exceso de líquido en forma de orina. También producen hormonas que el cuerpo necesita para algunas funciones importantes.
La persona que tiene insuficiencia renal necesita tratamiento para reemplazar algunas de las tareas importantes que hacen sus riñones. Los tratamientos para la insuficiencia renal son la hemodiálisis y el trasplante de riñón.
La hemodiálisis elimina los desechos, la sal y el agua en exceso para evitar que se acumulen en la sangre. Mantiene una concentración adecuada de ciertas sustancias químicas en la sangre. Contribuyen a regular la presión sanguínea.
Un aparato de hemodiálisis tiene un filtro especial llamado dializador o riñón artificial, el cual limpia la sangre. Para que la sangre pase por un dializador, el médico tiene que establecer un acceso o entrada a los vasos sanguíneos.
Esto se hace con cirugía menor, generalmente en el brazo. Se pueden crear tres tipos de accesos distintos: una fístula, un injerto o un catéter.
La fístula es la primera opción de acceso. Se realiza uniendo una arteria a una vena cercana, debajo de la piel, para crear un vaso sanguíneo de mayor tamaño. Este tipo de acceso es el preferido porque presenta menos complicaciones y dura más tiempo.
El dializador o filtro se compone de dos partes: una para la sangre y otra para un líquido de lavado denominado dializador.
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