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Debido a que el nosocomio no dispone de un laboratorio propio, las pruebas fueron remitidas al laboratorio de la Clínica Nanawa (ver facsímil). Todas ellas arrojaron el mismo resultado, confirmando la circulación del virus. En todos los casos, las pruebas fueron analizadas también por el Laboratorio Central de Salud Pública, a través del Departamento de Bacteriología y Micología, según consta en los informes.
El virus, cuyo nombre en latín es Klebsiella Pneumoniae Carbapenemasa, es altamente resistente a los antibióticos de uso en cuidados intensivos y se contagia de un paciente a otro, por medio del contacto directo o del contacto con superficies contaminadas. También puede ser transmitido por gotitas de saliva, o cualquier secreción de un paciente afectado por el virus.
Aunque los más expuestos son los pacientes en condiciones de inmunosupresión, es decir, aquellos que requieren instrumentos como ventilador mecánico y múltiples catéteres, las personas sanas también están expuestas. Entre estas últimas se debe incluir no solo a los familiares de los pacientes internados, sino también a los mismos funcionarios y personal de blanco.
Defunciones
En los últimos meses, y tras la confirmación interna de la presencia del virus, se incrementó significativamente la cantidad de defunciones, según informó una fuente del hospital.
En solo tres días –del 22 al 24 de este mes– se produjeron 17 defunciones (ver infografía).
Culpan al Hospital Central
Consultados sobre la grave situación, el director del Geriátrico, Dr. Édgar Aguilera, señaló que la circulación del virus KPC dentro del nosocomio data del tiempo en que el mismo fue habilitado.
“Este es un virus que no se encuentra propiamente en el Geriátrico, sino que viene con los pacientes derivados del Hospital Central. La mayoría de los que contrajeron el virus son pacientes que permanecieron mucho tiempo en la terapia intensiva”, aseguró. Refirió que todo el personal está al tanto de la presencia del virus, razón por la cual se toman medidas de seguridad, como la utilización permanente de guantes. Sin embargo, indicó que no veía necesidad de alertar a pacientes y sus familiares. Internados cuyos estudios confirmaron que han contraído el virus son aislados de los demás.
Por último, negó que las masivas defunciones tengan relación con la presencia del virus y dijo que el mismo está siendo combatido con antibióticos, pese a su comprobada resistencia a esos fármacos.
Lucraban con óbitos
Hace apenas unas semanas se confirmó que las autoridades del Geriátrico habían asignado una oficina a empleados de funerarias, que frecuentan el lugar. La “oficina” estaba ubicada estratégicamente frente a la morgue del hospital, que últimamente registra óbitos con mayor frecuencia.
En aquella oportunidad, el director del nosocomio no desmintió la asignación de un espacio físico de la institución a las funerarias, sino que alegó que se trataba de una “medida de humanidad”, para que los empleados no permanezcan a la intemperie.