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Hildegardo González, presidente del Cones, dijo que no tiene una base de datos en donde se pueda detallar cuántos estudiantes están hoy cursando alguna de las 4.500 carreras ofertadas en nuestro país. El Estado fue rebasado en su capacidad de control por la falta de recursos humanos y económicos, aseguró.
El Consejo tiene en su plantel a solo 12 funcionarios que deben realizar múltiples tareas en pos de mejorar la educación superior, que ahora esta calificada como “caótica”. En cuanto a recursos económicos, desde su funcionamiento, desde noviembre del 2013, hasta el año pasado, el Cones tenía presupuesto cero. Incluso obligaba a las universidades a pagar por su propia “intervención” y el monto podía superar fácilmente los G. 100 millones.
Tampoco tenían fondos para contratar funcionarios encargados de los análisis de proyectos de doctorados, habilitación de carreras y estudios de infraestructura en sedes centrales, filiales y sedes de las universidades a nivel país.
Gerardo Gómez, viceministro de Educación Superior, dijo que el Cones, cuando interviene una universidad ante denuncias de irregularidades, debe nombrar a un interventor para que reemplace al rector durante la investigación. “El trabajo hormiga es lento y muy difícil cuando se debe indagar unas 4.500 carreras que ofrecen las casas de altos estudios, tanto públicas como privadas, en todo el país, con tan solo 12 funcionarios contratados”. El presupuesto del Consejo es de G. 6.000 millones.
Aseguró que se pretende contar con un registro de alumnos para este año. Con la depuración de las carreras y la clausura de instituciones que funcionan sin habilitación, se “blanqueará” los datos y finalmente se tendrá un catastro veraz de la Educación Superior del Paraguay, enfatizó Gómez.