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LUQUE (María Teresa Blanco, corresponsal). El gremio aglutina a 19 artesanos y unas 40 familias que trabajan apoyándose unos a otros ante la ausencia del Estado y la nula capacitación. La humilde carpintería de la asociación se encuentra en la décima compañía Cañada Garay a la altura del kilómetro 18 de la calle Vergel Luqueño, camino a Yukyry, de donde salen las mejores guitarras paraguayas.
“Con este trabajo no podemos pagar unas vacaciones o darnos muchos lujos, pero sí mantenemos dignamente a nuestras familias y, sobre todo, sabemos que con nuestros instrumentos muchas personas se divierten escuchando las mejores melodías”, dijo el presidente de la asociación, Aurelio Ruiz Díaz.
Cada instrumento fabricado en la “cuna del arpa y la guitarra” es una pieza única, ya que no cuentan con moldes. Los artesanos munidos de escasas herramientas (varias de ellas rudimentarias) y con mucha creatividad, transforman cada pedazo de madera en una obra artesanal que recorre varios escenarios del país y del mundo.
Aníbal Borja, vicepresidente del gremio, explicó que el proceso para hacer una guitarra o un arpa se inicia con la selección de la madera. Después se forma cada una de las partes de los instrumentos musicales (mango y tapas), actividad que lleva aproximadamente 45 días de trabajo. Agregó que las maderas utilizadas preferentemente son el cedro y el pino para las guitarras “económicas o populares” y el guajubira del Brasil, jacarandá de la India y el algarrobo para las guitarras de mayor calidad y durabilidad.
Las guitarras hechas de material de primera cuestan entre 450.000 y 500.000 guaraníes, mientras las populares entre G. 350.000 y 400.000 guaraníes. El arpa para principiantes cuesta G. 3 millones y para profesionales llega hasta G. 7 millones.