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El grupo consultor Avantgarde realizó un estudio sobre los beneficios económicos que genera reemplazar los buses de más de 20 años de antigüedad por los cero kilómetros.
En el estudio, la firma realizó un cálculo comparativo entre una unidad vieja y otra nueva, en un recorrido diario de 225 kilómetros. En combustible, un bus cero kilómetros tiene un consumo por kilómetro de 0,35 litros (G. 386.000 por día) mientras que uno de 20 años consume 0,40 litros (G. 442.000).
En cuanto a los lubricantes, cada unidad vetusta consume 0,06 litros (G. 261.000) por kilómetro mientras que los vehículos nuevos requieren 0,04 litros (G. 187.000).
La diferencia más abultada está entre los repuestos. Siempre según el estudio, un bus cero kilómetros tiene una inversión de G. 286 por kilómetro en autopartes mientras que un vehículo de 20 años de antigüedad tiene un desgaste de G. 719, por día.
En promedio, los buses tienen capacidad de alzar 485 pasajeros por día, siempre teniendo en cuenta el recorrido base de 225 kilómetros. Las unidades nuevas pueden trasladar a 177.025 usuarios por año en tanto que las chatarras solo alzan 141.620 pasajeros en el mismo período de tiempo.
Atendiendo a la capacidad de uno y otro, la recaudación anual de un bus cero kilómetros es de G. 424.800.000 y de una unidad vetusta es de G. 339.000.000, según el estudio. Teniendo en cuenta las cifras anteriores, el estudio revela que el beneficio anual por unidad es de G. 126 millones.
Enrique Rivas, de la empresa San Isidro, dijo a ABC Color que la cifra de ahorro a la que se refiere el estudio es razonable ya que un bus, a partir de los seis años, requiere de un mantenimiento correctivo.
Por su parte, César Ruiz Díaz, de Cetrapam, indicó que el consumo de combustible de una unidad nueva es mayor al de un convencional por el aire acondicionado, como en cualquier otro vehículo.