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De los 255 casos de abuso sexual registrados en el primer trimestre de este año, 38 niñas y adolescentes de entre 11 y 17 años quedaron embarazadas de sus padres, tíos o tutores. Y el 80% de los casos ocurren en el entorno familiar.
La ministra Teresa Martínez instó a denunciarlos porque la impunidad hace que aumente cada vez más, y los afectados nunca olvidan las secuelas.
“La sociedad no debe ser cómplice de la situación y debe denunciarlo”, reitera la ministra Martínez, en sendas reuniones con autoridades nacionales, durante la campaña de prevención #TodosSomosResponsables, simbolizado con el lazo verde. Sin embargo, un promedio de 600 abusos contra niños, en su mayoría en el entorno familiar, son denunciados cada año en la Fiscalía.
La ministra recordó que las denuncias de casos de abusos pueden hacerse en las comisarías, oficinas fiscales, defensoría de la niñez y al fonoayuda “147”. Y advierte que los adultos no deben mantener una “relación” consentida con una niña o adolescente porque se trata de un delito.
Asimismo, sendas movilizaciones ciudadanas con el lema: “Mi cuerpo, mi territorio”, realizaron actividades en busca de visibilizar la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes en nuestro país. Los representantes de movimientos sociales exigen al Estado la plena garantía de los derechos y protección de las víctimas, en su mayoría de entre 9 y 11 años de edad.
En el 2018, se tuvieron 2.608 casos de abuso en menores, 85% de los casos se dieron en niñas.