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Los adolescentes que fueron víctimas del derrumbe del aula del Colegio Nacional de Lambaré están padeciendo las secuelas del traumático evento que les tocó vivir. Yanina López señaló que ya no puede dormir y que tiene mucho miedo.
“Desde aquel día no puedo dormir bien. Estoy con la incertidumbre de que se va a caer el techo de mi propia casa. Acá mismo (la Escuela Virgen del Rosario) estoy sintiendo muchísimo miedo de los ventiladores de techo. Creo que necesitamos un sicólogo que nos ayude, porque este trauma se quedó”.
Por su parte, Federico Lara señaló que en su mente se repite el ruido de cuando todo se derrumbó. “Eso es lo único que me tiene pensando. Luego me concentro en que gracias a Dios no pasó a mayores, aunque algunos compañeros aún no están bien, pero por lo menos ya están en sus casas”, dijo.
Sin apoyo económico
Varios adolescentes y sus padres denunciaron que tuvieron que solventar los gastos de medicamentos y transporte durante la urgencia, debido a la burocracia.
“Para retirar los medicamentos, que supuestamente estaban a nuestra disposición, nos pidieron firmas y sellos. Por la urgencia tuve que costear los gastos y pagar el traslado del hospital a nuestra casa”, dijo Sandra Ortega, mamá de Yanina. El padre de Federico, Héctor Lara, también asumió los gastos de la atención de su hijo, sin recibir hasta ahora ningún tipo de resarcimiento al igual que los padres de Ana Acosta.
Por su parte, el actual intendente de Lambaré, Guillermo Lezcano, indicó que acompañaron a las víctimas desde un principio y que se pusieron a disposición para cubrir los gastos. Sin embargo más personas aseguran que no fue así.
Ayer, una comitiva del Ministerio de Educación, compuesta por supervisores y sicólogos, acompañó el retorno a clases de los estudiantes. También se presentó a la nueva encargada de despacho del colegio, Esther Piris, en reemplazo de Gloria Caballero de Acosta. Los estudiantes celebraron con aplausos la suspensión del supervisor Vicente Acosta (exdirector del CNL).
Apoyan a la fiscala Agüero
Padres de familias y un grupo de estudiantes del Colegio Nacional de Lambaré concurrieron ayer hasta la sede de la Fiscalía General del Estado para expresar apoyo a las intervenciones que realiza la fiscala Blanca Agüero sobre el derrumbe del techo de la mencionada casa de estudios.
Tras reunirse con el jefe de gabinete del fiscal general, Roberto Zacarías, ante la ausencia de Javier Díaz Verón, los visitantes dijeron haber solicitado la permanencia de la fiscala en el caso, así como el correspondiente rechazo de la recusación de Cárdenas.
“Creemos que la fiscala Agüero, desde el principio de la causa, se encuentra realizando muy bien su trabajo. En cuatro días colectó todas las pruebas que eran necesarias para presentar las imputaciones y hoy la quieren sacar”, dijo Ani Alonso, una de las madres de los estudiantes.