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“Esa vez viniste vos a solicitar nuestro apoyo, esta vez somos nosotros los que te solicitamos ayuda”, comentó la permisionaria Elva Gómez, con relación a la época electoral en que Mario Ferreiro les había pedido sus votos para llegar a la Intendencia. Tras el siniestro, los vendedores fueron reubicados en carpas. Temen estar ahí más de un año, por lo que pidieron al intendente apurar la reconstrucción del Abasto.
Elva Gómez fue víctima de este incendio y del siniestro del 97. “Esa vez estuvimos dos años por la calle”, comentó. Por su parte, la vendedora Claudia Salinas expresó que cuando haga mucho calor y cuando llueva la pasarán mal. Los dueños de comedores aún no pudieron empezar a trabajar por falta de espacio.
La promesa del inicio de obras es para el 2018. Por su parte, Ferreiro les respondió: “No les quiero mentir, esto tiene su proceso”. Expresó que van a seguir pidiendo ayuda externa para aumentar la seguridad, ya que ahora las personas dejan sus electrodomésticos afuera. Esto sucedió en un recorrido del jefe comunal ayer por las carpas provisorias.
Antes, en una conferencia de prensa, las autoridades municipales prometieron fiscalizaciones y comunicaron que el 80% de las casillas provisorias ya están hechas. El miércoles estaría el 100%.
Alex Duré, interventor del Mercado de Abasto, que ocupa el cargo del renunciante Víctor “Oti” Sánchez, fue presentado oficialmente ayer. El mismo anunció que hará una evaluación de la situación desde el punto de vista operativo, la relocalización y la presentación de un plan ejecutivo para atacar diferentes aspectos de infraestructura y de gestión.
Humo y tránsito
Iván Allende, director del Acción Social, informó que se hará una revisión del servicio de recolección de basura y se va a “mapear” el sistema eléctrico.
Dijo que las más de 350 personas que estaban “encerradas” en el bloque “C” ahora se trasladaron al exterior. Por lo que la Dirección de Tránsito está trabajando en la readecuación del Tránsito.
Comentó que el humo sigue y que los bomberos deberán hacer el enfriamiento final para que luego los peritos puedan entrar al sitio siniestrado.