Clínicas se cae a pedazos a un año de inauguración

El 20 de diciembre se cumple un año de la inauguración de la nueva sede del Hospital de Clínicas en San Lorenzo.

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Pese a disponer de un presupuesto de US$ 80 millones por año, más donaciones de la Itaipú, por el manejo desprolijo de recursos por parte de la claque que tiene el control el hospital escuela se cae a pedazos. Faltan insumos, fraguan tesis de los postulantes a docentes, privilegian con multirrubros a los amigos y marginan a los detractores.

Clínicas es el hospital escuela de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). El decano, doctor Aníbal Peris Manchini, es el responsable desde el punto de vista administrativo ya que es el ordenador de gastos. Es electo por el consejo directivo de la facultad. Este consejo se renueva cada tres años en elecciones, en que participan los gremios no docentes (médicos), los profesores y los estudiantes. La última elección se llevó a cabo en octubre pasado. Estos comicios estuvieron plagados de irregularidades; por ejemplo, miembros del comité electoral (Lourdes Bolla y José Nicolás Lezcano) eran miembros del consejo y candidatos por la lista oficialista al mismo tiempo.

Este año la Facultad de Ciencias Médicas (parte académica y el hospital) contó con un presupuesto de US$ 80 millones. El acceso sobre el manejo y destino de estos recursos es prácticamente imposible.
Los médicos y docentes que observan manejos no transparentes de los recursos no se animan a dar la cara. Tienen miedo a manifestar sus quejas ante el riesgo de ser sumariados, sobre todo luego del caso de dos médicos del área de Urgencias, quienes se quejaron de la falta de guantes en el área, cuyo titular es el doctor Ariel Fretes Ruiz, y fueron sumariados en abril de este año. Hasta hoy siguen separados del área y tienen funciones en el sector académico, pese a que son profesionales con más de quince años de experiencia.

“El reclamo equivale a un sumario”, declaró uno de los médicos. En esta área actualmente están los residentes, quienes fungen de especialistas. El responsable del área, el doctor Fretes, es precisamente uno de los integrantes de la claque, quien ya cuenta con padrinazgos políticos dentro del Partido Colorado.

Un ejemplo es la cantidad de rubros que posee dentro de la institución. Según la planilla del plantel de funcionarios, Fretes tiene seis rubros y percibe un total de G. 21.197.250 de salario sin contar otros beneficios.

Sus colegas se preguntan: ¿cómo hace para cumplir con todos sus horarios? Es jefe de departamento (12 horas por semana), vicedirector general (30 horas por semana), profesor (8 por semana) y auxiliar de enseñanza (12 horas por cada rubro y él tiene dos rubros). Con esta carga horaria prácticamente debería vivir en la institución.

En un recorrido realizado por nuestro diario la semana pasada por el Hospital de Clínicas se observaron situaciones de absoluto abandono y deterioro de algunas partes del edificio inaugurado el 20 de diciembre del año pasado.

Se notan los baños y ascensores sucios, paredes agrietadas y remendadas, sillas rotas e instalación de personal administrativo en zonas hechas para pacientes, ya que cuando se hizo la repartición física se priorizaron algunos espacios y dependencias para los amigos.

En Urgencias los pacientes son atendidos en el suelo o en sillas de ruedas ante la falta de más camas.
Además existen salas de operaciones que no se pueden montar aún y solo se privilegian áreas como Traumatología, cuyo jefe es José Mario Capello, donde las cirugías se realizan de lunes a viernes, postergando incluso algunas urgencias.

Casualmente, donde los insumos utilizados son de alto costo y los proveedores dejan buenos dividendos.

El director del hospital es el doctor Hugo Arellano, quien prácticamente no se reúne con sus jefes de servicio y el que lo quiere hacer debe solicitar una audiencia previa. Con la tan mentada autonomía universitaria, la institución no se rige por la Ley de la Función Pública y se maneja con un reglamento interno utilizado al arbitrio de los miembros del decano y los miembros del consejo. La Facultad de Ciencias Médicas es manejada formalmente por su decano (Aníbal Peris) y los miembros del consejo directivo, cuyas figuras visibles son: Lourdes Bolla, Nicolás Lezcano, Luis Bogado Yinde, Juan Carlos Villalba y los estudiantes David López y Sergio Villasanti.

A este grupo hay que sumar a los hermanos Jaime y Emiliano Ibarrola. El primero nombrado nuevo director de admisión de la facultad con sede en Santa Rosa del Aguaray y el segundo, consejo no docente.

Jaime Ibarrola fue el mismo que en marzo de 2007, siendo representante no docente ante el Consejo de la Facultad de Medicina y médico de la Fundación Tesãi, fue filmado y denunciado mientras distribuía medicamentos de la fundación a correligionarios colorados en el marco de la campaña que postulaba a Blanca Ovelar como presidenta de la República. Era conocido como el médico “administrador” de los remedios de la fundación. En este caso había tomado intervención la fiscalía.

Para que un auxiliar de la docencia pase a ser profesor escalafonado debe presentar tesis que debería tratar un tema inédito, no publicado, según reglamento de tesis, etc. Se le asigna un profesor tutor, quien va corrigiendo y elaborando el proyecto de investigación hasta que finalmente es aprobada y se inicia el trabajo de tesis que por lo general lleva 3 a 6 meses. Sin embargo, estos requisitos no son aplicados y tenidos en cuenta para los considerados amigos de la “claque”.

jtorres@abc.com.py

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