Una policía muere en supuesta clínica clandestina y luego arrojan su cuerpo

Una policía de 28 años murió ayer en una supuesta clínica clandestina del barrio Santa Teresa de la capital y su cuerpo arrojado desde un vehículo en el barrio San Miguel de San Lorenzo. Un técnico en obstetricia, con antecedente por aborto, fue arrestado como responsable.

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La fallecida es la suboficial 2° Sonia Elizabeth Torres Benítez (28), quien trabajaba en el departamento de Identificaciones.

De acuerdo con los datos proveídos por agentes de la Brigada Central, la mujer pidió permiso ayer de mañana en su unidad para consultar por un problema de salud, que sospechaba era una hepatitis, también conocida como py’a ruru.

Entonces acudió hasta una supuesta clínica clandestina que funciona en la casa N° 2250 de la calle Coronel Francisco Martínez casi avenida Santa Teresa, a metros del frigorífico Guaraní.

En el lugar fue atendida por el técnico en obstetricia Mario Melanio Brítez Acosta, quien justamente ayer cumplía 49 años.

Este sujeto ya cuenta con antecedentes por aborto y hecho punible contra la prueba documental. También tiene una prohibición de salida del país, revelaron los intervinientes.

Los uniformados señalaron que, aparentemente, Brítez Acosta le suministró a la suboficial un medicamento o un inyectable que le habría generado una reacción alérgica fatal.

Ya cerca de las 12:40, vecinos del barrio San Miguel denunciaron que el cuerpo de la policía Sonia Torres había sido arrojado en la calle Misiones casi Ybyraró desde un automóvil Daewoo Cielo azul, con chapa AFR 925, que era manejado por un hombre rubio, de unos 50 años. Es decir, el sospechoso reunía las mismas características que el técnico en obstetricia.

Tras las primeras diligencias investigativas, los efectivos se dirigieron hasta la casa donde había consultado la mujer para recabar más datos y, coincidentemente, hallaron en frente el auto Daewoo Cielo descripto por los testigos, por lo que detuvieron a Mario Melanio Brítez Acosta, quien sería el responsable de lo ocurrido.

Autopsia

El cadáver de la policía fue llevado al Hospital de Calle’i, en San Lorenzo, y después se le practicó una autopsia, cuyo resultado revelaría la causa de muerte. En principio se habló de que la joven estaba embarazada, pero sus familiares negaron que se encontrara en estado de gravidez. También trascendió que se hallaron algunos fluidos en su cuerpo.

De familia de uniformados

La suboficial Sonia Elizabeth Torres Benítez (28), fallecida ayer, deja huérfanos a una hija de 8 años y un hijo de 3 años.

La mujer, quien era licenciada en administración de empresas, estaba casada con el suboficial 1º Aníbal Amarilla Ávalos (29), de profesión abogado y actualmente destinado a la dirección de Justicia Policial.

El padre de la víctima es el comisario principal retirado Antonio Torres y su madre había viajado hace varios años a España, según sus familiares.

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