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El trágico suceso se produjo poco antes de la medianoche del sábado en una modesta vivienda ubicada en la calle Urunde’y casi Timbo, del barrio Nueva Asunción, también conocido como Villa Rosita, en la compañía Caacupemí de Areguá.
Policías de la comisaría 48ª Central informaron que la casa pertenece al guardia de seguridad Héctor Gabriel Paredes (28) y a su concubina María Patricia Medina Ramírez (23).
La joven madre dijo a los agentes que durante la noche se cortó el servicio de energía eléctrica en la zona, por lo que encendieron una vela y quedaron dormidos. Pero solo un rato después, se despertaron ya con las llamas y el humo sofocándolos.
El teniente bombero Sergio Morínigo relató que, al llegar, la casa ya estaba envuelta en fuego. Agregó que entraron a buscar a los niños, pero que ya encontraron inconscientes al pequeño de dos años, hijo de la pareja, quien estaba cerca de una fiambrera, y a su hermanito de 7 años, que quiso refugiarse en el baño. La menor de 12 años, hermana del guardia de seguridad, también estaba inconsciente.
“Los alzamos en una patrullera para llevarlos a un hospital. No sé si estaban vivos, pero les aseguro que hicimos lo posible por salvarlos. Arriesgamos nuestras vidas”, dijo el bombero.
Finalmente, fue confirmada la muerte de la criatura de dos años en el Hospital Regional de Luque, mientas que su hermanito de 7 años permanece en terapia intensiva en el Hospital Nacional de Itauguá, y su tía de 12 años quedó en el Hospital del Quemado de Areguá.