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Desde Bolivia, donde se encuentra sin posibilidad de viajar al Paraguay por falta de conexiones aéreas y preocupada por la seguridad de su hijo, según dijo, la mujer manifestó a ABC Digital respecto a dicho caso, que “tenía miedo para denunciarlo –al juez– pero no me quedó salida”.
Agregó que desde “el poder” recibió la “sugerencia” de retirar la denuncia contra Pereira y dijo que estaban denunciando su cuenta de Facebook por supuesto contenido pornográfico. Además, refirió que durante la mañana de ayer su familia recibió la recomendación de que se cambie la ruta cotidiana por la que se lleva a su niño de cuatro años a la guardería.
Aseguró luego que “lo que está saliendo –a luz– no es ni la mitad de lo que el juez enviaba”. Indicó que “es difícil hacer una denuncia de este tipo; si yo hubiera sido una ciudadana cualquiera nadie me hubiera hecho caso y él se hubiera salido con la suya”.
Además, lanzó que “se sabe perfectamente bien cómo se maneja la justicia en Paraguay”.
La joven, que desde el mes de mayo busca acordar un régimen de visitas con el papá del pequeño en una causa que está en manos del citado magistrado, expresó: “No quise llegar a esto, tenía miedo, pero se salió de las manos... Tuve que hacerlo porque si yo no accedía a sus deseos, él iba a salir en mi contra y a mi hijo le iba a perjudicar. Además, ni siquiera es un juicio complicado, es solamente de relacionamiento”, dice.
Wolscham expresó que desde el inicio del proceso también empezó el acoso del magistrado. “Pidió mi número de teléfono a mi abogado, desde el día uno tengo los mensajes. Y enseguida pensé que un juez no te mandaría su número para nada…”.
Dijo que más adelante recibía fotos cada vez más subidas de tono, en cualquier momento del día y desde cualquier lugar, desde el despacho del juez, entre los expedientes, desde el baño de su residencia, en paños menores”.