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El homicidio se produjo aproximadamente a las 06:40 sobre la calle Juan de Salazar casi Ibáñez del Campo del barrio San Blas, detrás del predio donde se hace cada año la Expo de Mariano Roque Alonso.
La víctima del atentado fue identificada como Liliana Elizabeth Benítez Ruiz, de 28 años, quien acababa de salir de su casa a bordo de una motocicleta Kenton City negra, sin chapa, como para dirigirse a su trabajo.
El jefe de la comisaría 10ª Central, comisario principal Aldo Benítez, dijo que algunos testigos relataron que la joven fue perseguida por otra motocicleta roja, con dos hombres a bordo, quienes en pleno desplazamiento le dispararon desde atrás a la chica, como para derribarla.
Ya herida y seguramente creyendo que se trataba de un asalto, la mujer detuvo la marcha de su moto y fue obligada a bajar del biciclo.
Posteriormente, los criminales la hicieron arrodillar y la remataron con tres balazos más, en medio de las desesperadas súplicas de la víctima, siempre según el testimonio de los vecinos que presenciaron la ejecución.
Tras consumar el crimen, ambos sicarios escaparon nuevamente de la escena en una motocicleta roja, sin siquiera llevarse la billetera de la mujer, ni mucho menos su vehículo, lo que rápidamente dio a entender a los investigadores que no se trató de un asalto, sino de un homicidio por encargo.
Sospechosos
Luego de chequear la versión de los testigos y de hablar con el padre de la fallecida, quien aseguró que tanto Liliana como los demás miembros de la familia ya venían recibiendo amenazas, los policías de la división de Investigación de Delitos del departamento Central dedujeron que el posible autor moral del hecho pudo haber sido el exconvicto Vicente Damián Molas Centurión, de 33 años, cuya casa fue allanada en horas de la tarde.
Según los informes de la Policía, Molas Centurión sería quien pagó a los dos sicarios para matar a Liliana, en venganza porque mientras estuvo preso, su mujer se involucró con un hermano de la joven ahora fallecida.
El sospechoso se presentó horas más tarde en la comisaría 10ª de Mariano Roque Alonso, con un abogado, y negó haber ordenado el ataque. La fiscala Estela Cardozo, por su parte, dijo que de momento no tienen indicios contra Molas, ya que tampoco encontraron evidencias en su casa.
Asimismo, los investigadores allanaron la casa de un menor de 17 años, en la misma zona donde se produjo el atentado.
Los policías recuperaron una motocicleta roja exactamente igual a la descripta por los testigos, además de otros biciclos y celulares presuntamente robados en golpes callejeros.
El menor supuestamente dijo a los policías que él solo escondió en su casa a los dos tiradores, uno de los cuales sería un tal Sebastián, ahora también buscado.
Sin embargo, para los agentes, el joven de 17 años sería uno de los asesinos de Liliana.