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El hecho ocurrió a las 09:30, cuando las víctimas llegaban a su propiedad. Minutos después, Silvino se comunicó con su yerno, el concejal municipal local Ronald Riveros, a quien le contó que estaban secuestrados y después uno de los captores agarró el celular y exigió un rescate de 70.000 reales, el equivalente a unos 114 millones de guaraníes.
De inmediato se dio aviso a la Policía y tomaron intervención el jefe de la comisaría 4ª de Capitán Bado, comisario principal Carlos Miguel López Russo, y hasta el director de Policía de Amambay, comisario general Víctor Rivas.
Con la ayuda de la Policía Militar brasileña, que proveyó un helicóptero, los uniformados iniciaron el despliegue en la zona.
Finalmente, a las 15:30 los dos secuestrados fueron abandonados en un camino vecinal de la misma zona. Los criminales habrían notado la intensa acción de la Policía, tanto de Paraguay como del Brasil.
Según informes, tanto de la Policía como de los familiares de las víctimas, no se pagó ningún rescate por la liberación.
Sin embargo, versiones que corren en la frontera señalan que se pagaron unos 50.000 reales, que al cambio actual suman aproximadamente 81 millones de guaraníes.
Hasta el cierre de nuestra edición, las Policías paraguaya y brasileña seguían buscando a los captores.