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A su estilo, directo y sin pelos en la lengua, Mons. Medina dijo en el local de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) en Asunción, a donde acude todos los martes, que “la Justicia tiene una gran responsabilidad ante la historia en el caso Curuguaty, porque, por una parte, están los que presionan, y por otra, la verdad, y se debe fallar a favor de la verdad”.
Indicó que la masacre de Curuguaty fue hecha a pedido de la empresa Campos Morombí (fundada por Blas N. Riquelme –quien falleció en setiembre de 2012– y su familia heredó de él ahí más de 70.000 hectáreas) en medio de una disputa con los campesinos por un terreno de 2.000 hectáreas donado por la Industrial Paraguaya a la Armada Nacional, y por eso se denominó Marina Cue.
“Por qué se hizo esa matanza”, preguntó y agregó que la tesis de la emboscada a los policías no tiene sustento porque ahí estaban “300 policías armados, de la FOPE, y los campesinos eran solo 60, entre niños y mujeres, que estaban hace rato en ese lugar”.
Sobre el proceso judicial que se les lleva adelante a los labriegos sobrevivientes, indicó que fueron acusados por asociación para delinquir, homicidio en grado de tentativa, según el fiscal Jalil Rachid, e invasión de propiedad. “Todo el mundo sabe que fue un montaje contra el gobierno de Lugo, seguramente por Riquelme, algunos parlamentarios del Poder Legislativo e indudablemente el vicepresidente Federico Franco”, remarcó el religioso.
Cuando le preguntamos si se ratificaba en afirmar que Franco estaba detrás de la conspiración, indicó. “Claro, Franco estaba detrás de eso porque quería ser presidente y lo fue”. Agregó que mataron a campesinos y solamente se investiga la muerte de 6 policías y nadie se acuerda de esos 11 agricultores.
Expresó que ahora que se hicieron todas las declaraciones hay montones de contradicciones: “Los nuevos fiscales ponen homicidio doloso, cambiaron de carátula. Aquí lo que se quiere es condenar a toda costa a los campesinos para sostener las 3 tesis: asociación ilícita, atropello a la propiedad privada y homicidio en grado de tentativa que ahora cambió a doloso. Es una vergüenza para propios y extraños”.
Abogó por la inteligencia de los jueces para no faltar a la verdad: “Fue un crimen contra los campesinos; unos están presos más de cuatro años y otros con prisión domiciliaria y no pueden salir. Pido a los jueces que tengan ética, moral y la responsabilidad para un juicio justo”.
Preguntado quién o quiénes iniciaron la balacera, respondió: “Ellos dijeron los campesinos y la balacera vino de arriba. En estos días estuve en el lugar y vino de arriba y fue lo que mató al policía Erven Lovera y a otros. Eso se sabe porque las balas no son de los campesinos, que tenían rifles y un revólver. Entonces, la balacera vino de arriba (en alusión a un barranco), a tal punto que los policías pedían por radio que pare porque iban a matar a todos”, refirió.
Medina dijo estar seguro de que todas las pruebas fueron escondidas por el fiscal Rachid, pero que hay algunas personas que dijeron la verdad, como uno de los forenses porque luego hasta ellos mismos se contradijeron. “Erven Lovera murió con arma militar y ellos dijeron que los campesinos lo mataron. Los campesinos comenzaron, dijeron, cuando que atrás, adelante y a los costados tenían policías. Más de 300 policías para sesenta personas. Los campesinos fueron emboscados y ejecutados”, resaltó.
“Fue una conspiración del Parlamento, no sé si habrá otros terratenientes, pero lo cierto, el que estuvo allí, fue Riquelme”.