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El primero en fallecer fue Juan Édgar Duarte Collar (31), quien purgaba una condena de 15 años por homicidio doloso. Su deceso se produjo a las 16:30 en el Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (ex Hospital de Clínicas), debido a que el 75 por ciento de la superficie corporal registraba quemaduras de grado diverso, informaron fuentes médicas.
El otro interno afectado por quemaduras, Cristian Ariel Sánchez Ojeda, condenado a 14 años también por homicidio doloso, falleció anoche, a las 21:00, confirmó la propia madre del infortunado, María Paula Ojeda.
La Dirección de Institutos Penales informó que ambos internos se encontraban en aislamiento por trasgredir normas del sistema penitenciario, después de tratar de herir a sus compañeros con estoques. La noche del miércoles último prendieron fuego a sus colchones en la celda donde permanecían, pero el siniestro fue rápidamente controlado por los funcionarios y los dos convictos fueron trasladados en ambulancia al hospital, dado que registraron graves quemaduras.
Desmentido
El Ministerio de Justicia, por su parte, desmintió de manera categórica que el siniestro registrado en la penitenciaría fue producto de un cortocircuito generado en la instalación eléctrica, tal como se publicó en un medio de prensa.
En un comunicado, argumentó que los internos se encontraban aislados por su adicción a las drogas y prendieron fuego a sus colchones debido al síndrome de abstinencia que tenían. Aclararon también que el siniestro se produjo dentro de la celda de aislamiento y fue controlado en el mismo sitio antes de que traspasara a otros sectores del reclusorio.
En abstinencia
El director de Institutos Penales, Julio Agüero, informó que los dos internos no reclamaban asistencia médica, sino que estaban con síndrome de abstinencia, pues son adictos.
En una conversación con ABC Cardinal, afirmó que no suplicaban atención de la Sanidad, sino que se les facilite “cualquier tipo de estupefaciente”, porque se hallaban aislados y no tenían acceso a ninguna droga.