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Acompañaban al ministro Cardozo en el avión, su jefe de gabinete, Lic. Luis Martínez, así como el ingeniero Héctor Cristaldo, de la Coordinadora Agrícola, y un fotógrafo del MAG. El avión estaba siendo pilotado por Gerardo “Baby” López.
El experimentado piloto dijo que las luces le indicaban que el tren de aterrizaje estaba en perfectas condiciones y que fue toda una sorpresa para él, cuando se disponía a bajar al aparato, que el tren no se abriera, y agregó que tuvo que improvisar una maniobra para evitar que el avión chocara contra el suelo de la pista.
El aparato aterrizó arrastrando el fuselaje, mientras que las hélices también iban tocando la tierra y que originó una enorme polvareda. La destreza del piloto López ayudó bastante para el éxito del descenso, indicaron los pasajeros.
Grande fue el susto de todos los que estaban aguardando al ministro y su comitiva en el lugar, como los hermanos del alto funcionario, Humberto y Marcial Cardozo, quienes corrieron hasta donde quedó el avión luego de que se haya arrastrado por más de 500 metros sobre la pista.
Los testigos señalaron que ellos vieron la aeronave cuando bajaba, pero que les llamaba la atención que el tren de aterrizaje no funcionaba, y que creyeron que el avión no iba a aterrizar.
Sin embargo, el susto fue mayor todavía cuando vieron que la parte baja del aparato rosaba con la pista. El ministro Cardozo indicó que ellos no se dieron cuenta en el aire de lo que estaba sucediendo, pero que luego de ver la forma en que quedó el aeroplano el susto fue mayor.
Según comentaron los viajeros, este mismo avión ya tuvo en épocas pasadas similares problemas, y recordaron que, cuando era ministro de Agricultura el Dr. Arsenio Vasconcellos, tuvieron que sobrevolar en el aparato por varios minutos sobre el aeropuerto Silvio Pettirossi, de Luque, debido a que tampoco en esa ocasión funcionó el tren de aterrizaje.