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El procedimiento en la Agrupación Especializada fue encabezado por las fiscalas María Irene Álvarez, de una unidad penal ordinaria de Asunción, y Alicia Sapriza, de la oficina especializada en lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La tarea realizada en la habitación que funcionaba como celda fue una audiometría. Básicamente, lo que los funcionarios del Ministerio Público hicieron fue entrar al cuarto donde dormía Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias Marcelo Piloto, cerrar la puerta y empezar a gritar desde adentro, tratando de imitar los mismos sonidos que pudo haber emitido el sábado de siesta la joven paraguaya Lidia Meza Burgos, de 18 años de edad, mientras era apuñalada hasta la muerte por el criminal internacional.
Al mismo tiempo, otro equipo de la Fiscalía se colocó en la oficina de guardia del cuartel policial, que funciona a pocos metros de la escena del crimen, para constatar si efectivamente los gritos de Lidia se pudieron haber escuchado.
Una fuente de la investigación declaró al respecto: “Es probable que no se haya escuchado en la oficina de guardia. Muy poco se escucha. Hay que tener en cuenta también que supuestamente Marcelo Piloto le tapó la boca a la chica”.
El resultado de la diligencia de ayer favorecería en algo a los seis policías que estaban de guardia en el momento del crimen, ya que estos alegaron no haber detectado el pedido de auxilio de la víctima. Otras fuentes del cuartel dijeron que, como ya prácticamente era común que Marcelo Piloto metiera prostitutas a su celda, los agentes no hacían mucho caso a los gemidos provenientes desde adentro.
El narco brasileño Marcelo Piloto, ahora alojado en la cárcel de Catanduvas, Brasil, tenía en su celda de la Agrupación Especializada un celular con conexión a internet, pero que lo utilizaba con cinco chips.
El brasileño se convirtió en las últimas semanas en un asiduo cliente de prostitutas a las que escogía en una aplicación y luego las contactaba directamente.
En los teléfonos analizados se encontró una conversación que mantuvo ese sábado de mañana el propio Marcelo Piloto con una de las chicas que lo visitaban regularmente. En el historial quedó registrado que el brasileño pidió a esta que fuera a visitarlo y que, a cambio, le daría “un lindo regalo”.
Ya cuando la chica iba llegando a la Agrupación, en un taxi, Marcelo Piloto canceló el encuentro porque no tenía dinero.
Poco después el narco consiguió la plata, cuando su abogado Jorge Prieto estaba de visita, y entonces contrató a la ahora asesinada Lidia Meza Burgos, a quien le habría prometido lo mismo que a la anterior.
Luto y pedido de actuarios
Actuarios judiciales de la capital del país acudieron ayer a trabajar vestidos de negro, tras declararse en luto por la suspensión sin goce de sueldo de su compañero Óscar García de Zúñiga. En nota a la Corte, califican la medida de “injusta” y piden reconsideración del no pago.