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Se trata de Bruno José da Costa Amaral, de 39 años, en cuya residencia fue encontrada la colosal carga de billetes. Este fue detenido poco después del descubrimiento efectuado por agentes de Investigaciones de la Policía y, luego, el fiscal del caso, Julio César Yegros, lo imputó por los delitos de lavado de dinero y asociación criminal. Al mismo tiempo, solicitó su prisión preventiva en la cárcel regional de Coronel Oviedo.
Sospechosamente, los abogados del procesado solicitaron la revisión de la medida el Martes Santo, y el magistrado de Primera Instancia de Salto del Guairá, Claudio Martínez, le otorgó prisión domiciliaria con guardia permanente. El magistrado Martínez argumentó que, “pese a que los hechos que se le imputan son delitos, el sospechoso tiene suficiente arraigo para que se le otorgue la medida”.
El juez de Primera Instancia también aseguró que la imposición de medida fue comunicada al fiscal Julio César Yegros, quien no se opuso a la resolución tomada. Sin embargo, el fiscal Yegros aseguró que no pudo responder debido a que supuestamente estaba en un juicio oral, pero dejó entrever que no estaba de acuerdo con la medida y habría importantes motivaciones detrás de las resolución tomada.
Igualmente, el agente fiscal aseguró que esta determinación abre la posibilidad para que los otros procesados por el mismo caso, Andrés da Costa Amaral, alias Andy, Bruno Fromhers Mongelós y Luis Alves da Silva, quienes todavía se encuentran prófugos puedan presentarse ante la justicia y pedir la prisión domiciliaria, ya que ahora existe un precedente en el mismo hecho, explicó Yegros.
Tenían validez
Los billetes de 100 bolívares encontrados en la propiedad de los Da Costa Amaral tenían validez hasta el 20 de marzo. Es decir, el dinero requisado en Paraguay aún estaba en circulación, por lo que los traficantes pedían US$ 3.000.000 por el cargamento en el mercado negro.
Los investigadores explicaron, que aparentemente, las propias autoridades del Banco Nacional de Venezuela habían sacado los billetes de su país con la intención de cambiarlos por dólares. Precisamente, entre los años 2015 y 2016, en el Brasil fueron confiscados 150 millones de bolívares, que aparentemente tenían el mismo origen que los hallados en Paraguay, los que ahora están depositados en el Banco Central.