La banda de secuestradores que trascendió las fronteras

Una banda de secuestradores que operaba en los países de triple frontera asoló un tiempo a nuestra sociedad en los años 2003 y 2004. Se trata de la gavilla que lideraba el argentino Ricardo Carro Córdoba y que contaba entre sus integrantes a Néstor Barzuck, José Lohrmann y José Horacio Maidana. Entre los plagios perpetrados figuran los de Mariángela Martínez, María Mercedes Elizeche, Gilda Estela Vargas, Sebastián Llano y el argentino Christians Schaerer.

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La banda de Carro Córdoba también contaba con paraguayos que oficiaban de informantes, o bien tenían participación directa en los plagios. Entre ellos estaban Eugenio Fidel Chávez Vera, la modelo Lourdes Lorena Aquino, la exfuncionaria judicial Cinthia Pérez Toranzo, Blas Darío González Capdevilla y Víctor Francisco Aquino.

El primero de los plagios materializados por la gavilla fue el de la exmodelo Mariángela Martínez, efectuado el 25 de marzo de 2003 del Parque Ñu Guazú de Luque. La mujer fue liberada una semana después, previo pago de un rescate de 100.000 dólares.

Posteriormente, siguió el de la empresaria María Mercedes Elizeche, quien cayó en manos de captores la noche del 31 de julio de 2003, cuando salía de un gimnasio del barrio Herrera de Asunción. Su familia entregó un rescate de 140.000 dólares.

Sebastián Llano fue secuestrado el 28 de junio de 2004 y liberado tres días después, tras el pago de 170.000 dólares.

Triste desenlace 

El 28 de agosto de 2003, la empresaria gastronómica Gilda María Estela Vargas fue secuestrada de su residencia situada en la fracción Colinas del Yacht de Lambaré. Para ello, la banda contó con la complicidad de exjardinero de la víctima, Juan Pablo Vera y el exguardia privado Robert Sanabria.

Los dos sindicados fueron arrestados en el marco de las investigaciones y procesados por el plagio, pero el 23 de noviembre de 2005 Sanabria fue ultimado de diez puñaladas en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.

Los restos de Gilda Estela Vargas finalmente fueron encontrados el 21 de febrero de 2011 en una fosa de San Antonio y entregados a sus familiares, quienes les dieron sepultura.

Aún desaparecido 

Otro plagio que tuvo repercusión en nuestro país, pese que se materializó en territorio argentino fue el de Christians Schaerer.

El hijo del exministro de Salud de la provincia de Corrientes, Juan Pedro Schaerer, fue secuestrado el 21 de setiembre de 2003 en la ciudad argentina del mismo nombre que la unidad federativa.

Apenas se supo que los captores pasaron a territorio paraguayo con la víctima, las Fuerzas de Seguridad nacionales iniciaron una serie de diligencias para localizar su paradero, pero sin éxito. 

Su familia llegó a pagar US$ 270.000 por su rescate y aunque la víctima nunca apareció, se supo mediante fuentes investigativas que sus captores lo trasladaban en forma clandestina por ciudades argentinas, brasileñas y paraguayas para despistar a los investigadores.

El fin de la gavilla 

La captura de Ricardo Carro Córdoba en Argentina, acontecido en 2004 supuso el fin de la banda. El líder de la banda fue condenado en 2008 a 9 años de prisión por los secuestros del empresario Claudio Stefanich y el profesor Juan Carlos Spelzin. 

Los argentinos José Rodolfo Lohrmann, alias “Ruso”, y José Horacio Maidana, alias “Potrillo” y “Gustavo Javier Ronco”, huyeron de su país y no se supo nada de ellos hasta que el 3 de febrero de 2017 cayeron detenidos en la localidad portuguesa de Aveiro, tras un intento de robo callejero.

Néstor Horacio Barzuck fue capturado el 16 de noviembre en 2003 la provincia de Misiones (Argentina) y condenado por el plagio de Schaerer.

El plagio de Duncan

1973: El plagio del ejecutivo anglo-argentino Ian Duncan Martin, de 40 años, gerente de la empresa frigorífica “Liebig’s”, fue primer caso de secuestro extorsivo del que se tiene noticia en nuestro país. El empresario cayó en manos criminales el 27 de agosto cuando descendía de su vehículo en la zona de Surubi’y y los captores tenían el objetivo de cobrar la suma 3 millones de dólares por su liberación. 

Sin embargo, un trabajo de inteligencia policial ubicó la vivienda donde tenían de rehén a Duncan en la localidad de Atyrá. El empresario fue rescatado sano y salvo diez días después del secuestro y los delincuentes, conocidos solo con los apodos de “Alonso” e “Ico” fueron abatidos.

El calvario de Lichi

2012: Teresa Edith Lichi Rivero (19), estudiante universitaria de kinesiología, desapareció en la mañana del 17 de abril, poco después de salir de su casa supuestamente para ir a Villarrica a encontrarse por última vez con su exnovio, el abogado Guillermo Saúl González Villalba. El 2 de mayo, su familia presentó la denuncia formal por la desaparición. El letrado fue arrestado como sospechoso, pero dos días después fue liberado por orden de un juez.

El caso tomó un giro decisivo el 6 de julio del año pasado con el hallazgo de un cráneo humano en la compañía Potrerito de Ñumí (Guairá) en una propiedad de la familia de González Villalba. Luego se hallaron más restos óseos en la misma zona. El abogado fue condenado a 23 años.

 

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