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El tribunal de sentencia presidido por Juan Carlos Zárate e integrado por Héctor Capurro y Cynthia Lovera, fijó para esta mañana la continuación del juzgamiento por coacción sexual contra un joven que al momento del hecho era menor de edad (15 años), por lo que el desarrollo del caso es llevado sin presencia de los medios de prensa.
De acuerdo con los datos, la declaración más importante de la semana será de la médica que examinó primero a la víctima.
Se trata de Nidia Dávalos de Oxilia, ginecóloga que examinó a la adolescente abusada sexualmente. La misma había ratificado en sede del Ministerio Público que existió la coacción sexual e indicó que recomendó la intervención de la fiscalía, lo que finalmente ocurrió.
La profesional, durante su declaración testimonial a pedido de la propia defensa, dijo que encontró desgarro y recomendó la inmediata intervención de la fiscalía e inclusive dijo que la menor sea revisada con anestesia.
También es importante el relato de la propia víctima que en Cámara Gesell confirmó el abuso.
Esta prueba (video) se intentó excluir cuando los abogados defensores Carlos A. Bogado, Ada Carolina Ferreira y Adolfo Marín lo solicitaron, pero el tribunal de sentencia rechazó la petición.
El fiscal Édgar Sánchez sustenta la acusación penal, al igual que el abogado de la querella adhesiva José Ignacio González Macchi.
Robo de evidencias
El juicio por abuso sexual se encuentra auditado, a pedido de la propia Corte Suprema de Justicia ante el robo de evidencias. Ya había sido examinado por las sucesivas chicanas a las que recurría la defensa durante todo el desarrollo del caso.
El titular de la Corte, Luis María Benítez Riera, dispuso que la Dirección de Auditoría de Gestión recabe informes sobre la cadena de custodia de la caja lacrada con pruebas de la querella.
El tribunal de sentencia denunció ante la Fiscalía Barrial N° 3 la sustracción de una caja lacrada que contenía dos DVD, donde estaban parte de la sesión de terapia de la víctima. Esos elementos probatorios fueron sustituidos con dos discos vacíos, lo que llama la atención porque se intentó encubrir el hecho e indefectiblemente se tuvo que contar con la complicidad de funcionarios judiciales.