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Todos los elementos que fueron colectados durante los allanamientos efectuados por funcionarios de la Fiscalía y agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) apuntarían a los “empresarios” supuestamente ligados con estructuras mafiosas como los propietarios de las 22 naves confiscadas.
Agentes de la Senad señalaron en ese sentido que todos los indicios apuntan a Jarvis Chimenes Pavão, preso desde 2007 en la penitenciaría de Tacumbú, por narcotráfico, como uno de los “patrones” de la red criminal desbaratada.
Supuestamente, Pavão estaría utilizando a uno de sus allegados identificado como Marcelo “Tato” Díaz para manejar su parte del negocio, indicaron los antidrogas.
En tanto que otro de los presuntos jefes de la firma de narcotransporte sería el “empresario” pedrojuanino Jorge Rafaat Toumani, revelaron los agentes de la Senad.
Rafaat sería uno de los capos más poderosos que actualmente operan en la frontera con el Brasil, ya que según las pesquisas tiene mucha influencia en la política y posee contactos en los organismos de seguridad, indicaron.
Según las fuentes, este “empresario” operaría a través de tres personas que fueron individualizadas como Mauro Parra, Carlinhos Flores y Miguel Servín, señalaron.
Según las averiguaciones de los agentes, el tercer presunto “patrón” sería Emilio Olmedo, quien estaría operando a través de un secretario cercano de nombre Osvaldo Kennedy.
Búsqueda de nexos
A partir de estos datos, ahora los agentes especiales están abocados a la búsqueda de elementos que puedan demostrar las conexiones existentes entre los tres “patrones” citados, quienes serían los propietarios de las 22 aeronaves confiscadas.
El resultado de las primeras pericias efectuadas a las aeronaves señalan que cada una de ellas fue robada aparentemente en el Brasil y luego fueron introducidas de contrabando a nuestro país.
“Las avionetas fueron habilitadas irregularmente por algunos funcionarios de la Dinac, quienes utilizaron identidades correspondientes a algunos campesinos de la zona para llenar las documentaciones y conseguir las matrículas”, según se informó.
Narcoflete
Cada una de las avionetas estaba equipada con tanques especiales para tener una autonomía de vuelo directo desde Bolivia hasta la zona de Amambay, con una carga de 400 kilos de “mercancía”, señalaron los uniformados.
El costo del flete de una de las naves era de 30.000 dólares, lo que no incluye el pago al piloto, que no supera los 10.000 dólares por viaje, según dijeron los investigadores.